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La primavera es una de las épocas más esperadas por los amantes a la jardinería. El clima, con sus temperaturas más cálidas, pero sin llegar a los altos grados del verano, se convierte en un aliado de las plantas.

Las lluvias también están más presentes, lo que favorece a las plantas, sobre todo a las de exteriores. Algunos árboles entran en una fase de crecimiento durante esta etapa del año y es fundamental saberlo aprovechar.

En muchos patios y jardines argentinos, el limonero es casi un miembro más de la familia. Llega la primavera y se convierte en el momento preciso para que este árbol pueda dar todo su potencial, pero si no recibe la cantidad justa de agua, el estrés hídrico puede frenar la floración o provocar la caída prematura de los frutos.

Cuánta agua debe recibir el limonero para crecer en primavera

Es importante tener en cuenta que no hay que excederse en la cantidad de agua. Debe haber la humedad suficiente, pero sin llegar a pudrir las raíces.

Un limonero bien hidratado desarrolla raíces fuertes, hojas más verdes y flores que se transforman en limones de mayor tamaño, lo que es fundamental para los amantes de este árbol.

Cómo hay que regar el limonero para que dé limones grandes

Como se mencionaba anteriormente, el riego es crucial para el desarrollo del limonero. Durante la primavera, lo ideal es regar dos o tres veces por semana, asegurando que el agua penetre a una profundidad de al menos 30 centímetros, donde se encuentran las raíces activas.

Uno de los errores más comunes es solo mojar la superficie del suelo, lo que hace que el agua no llegue bien a las raíces más profundas y que termine dando frutos pequeños.

Por otro lado, la hora de riego también cumple un rol clave. En primavera y verano, lo mejor es hacerlo a primera hora de la mañana o al atardecer. Hay que evitar regar cuando el sol es más intenso.

Finalmente, es importante tener en cuenta que, en promedio, un limonero adulto necesita entre 15 y 25 litros de agua por semana, dependiendo del tipo de suelo.