

El mapa del café se está moviendo y los números más recientes sugieren que el tablero se reacomoda a favor del café colombiano. Un actor externo alteró la partida y, aunque el desenlace aún no está escrito, los indicadores abren una ventana que pocos anticipaban.
En medio de tensiones arancelarias que golpean a su principal competidor, el grano nacional gana metros en el mercado que más incide en el precio y en la visibilidad global: Estados Unidos. Las proyecciones del sector hablan de un salto posible, pero la clave está en descubrir si se trata de una racha pasajera o del inicio de una nueva tendencia.
Mientras tanto, los puertos reportan más sacos rumbo al norte y los precios internacionales se mantienen altos. El café colombiano encuentra demanda sostenida y, al mismo tiempo, recibe un empujón por factores externos que vale la pena desmenuzar.
Café colombiano en Estados Unidos: por qué 2025 puede ser el punto de quiebre
La combinación de aranceles aplicados al café de Brasil en Estados Unidos y el buen desempeño exportador de Colombia en 2025 reconfiguró el tablero. Entre enero y agosto, las ventas de café colombiano hacia Estados Unidos crecieron 14,7% y sumaron 3,3 millones de sacos de 60 kg, según análisis sectoriales con base en cifras oficiales. En paralelo, los envíos de Brasil mostraron caídas interanuales durante el tercer trimestre, en un contexto de mayores costos de entrada al mercado estadounidense.

Este viraje coincide con un entorno de precios internacionales elevados para el arábica -con promedios mensuales por encima de 300 centavos de dólar por libra en el segundo semestre- que sostiene los ingresos de la cadena y mejora la competitividad del origen Colombia en segmentos premium. Con ese viento a favor, el país consolida su lugar como proveedor estratégico y reduce la brecha con Brasil en el canal estadounidense.
Exportaciones, precios y agenda del sector: qué viene para el café colombiano
Las perspectivas internas también acompañan. La producción de café en Colombia ha mostrado incrementos frente a 2024 y las exportaciones mantienen una tendencia alcista en 2025, con Estados Unidos como principal destino. Ese desempeño se da pese a un escenario climático retador hacia fin de año, lo que refuerza la idea de que el origen colombiano mantiene oferta y reputación en mercados exigentes.
El otro termómetro es la agenda gremial. El 6 y 7 de noviembre, Cartagena será sede de la Cumbre Cafetera 89, organizada por Analdex y Asoexport, una cita en la que gremios, exportadores y tostadores discutirán logística, sostenibilidad, riesgos y, sobre todo, el nuevo mapa comercial con Estados Unidos como eje. Allí se evaluará si el impulso actual del café colombiano puede transformarse en liderazgo estable durante 2025 y 2026.












