

En el marco de determinados programas, el Gobierno puede realizar visitas domiciliarias y encuentros comunitarios. La propuesta busca crear ambientes protectores y trabajar en el día a día de los hogares. Se priorizan materiales pedagógicos adecuados y se garantiza el acceso de niñas, niños y adolescentes.
La intervención contempla encuentros familiares, seguimiento en terreno y ajustes razonables para participantes con discapacidad. El énfasis es preventivo y cercano. Los profesionales llegan a la casa, observan rutinas y acuerdan metas realistas con cuidadores, siempre con enfoque de derechos y acompañamiento psicosocial.
El Gobierno controla casa por casa
En el marco del programa MiFamilia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que trabaja en conjunto con ProsperidadSocial, puede realizar controles presenciales en los hogares de las familias que forman parte.
Según un documento público titulado como "Manual Operativo Mi Familia versión 7" de 2023, "la modalidad Mi Familia se desarrolla a través de dos estrategias, visitas domiciliarias y encuentros familiares o comunitarios; estos se deben configurar como ambientes adecuados y protectores".
En este documento se detalla que, en la fase de atención a las familias, se pueden llevar a cabo un total de 8 visitas en el domicilio, 4 encuentros familiares y 4 encuentros comunitarios.
En el primer encuentro se concreta el cronograma de visitas domiciliarias y de encuentros familiares. La familia declara a sus cuidadores principales, autoriza el seguimiento en casa y acuerda compromisos simples: presencia en sesiones, apertura a orientaciones y cuidado activo de niñas y niños.
Visitas domiciliarias: frecuencia, pasos y qué esperar
Las visitas son periódicas y concertadas. Un equipo profesional llega al hogar, conversa con cuidadores y observa dinámicas de crianza. Se revisan riesgos, se fortalecen competencias parentales y se deja registro con metas claras. Cada encuentro apunta a sostener ambientes protectores y a medir avances. Allí se llevan a cabo las siguientes acciones:
Observación breve de rutinas del hogar.
Orientaciones prácticas de acompañamiento psicosocial.
Acordar metas y verificar su cumplimiento.
Reprogramar próximos encuentros familiares.
Materiales, inclusión y cierre del ciclo de apoyo
En este programa, las familias reciben materiales pedagógicos para actividades en casa. Cuando hay discapacidad, se aplican ajustes razonables: adaptaciones de dinámicas, apoyos comunicativos y tiempos flexibles. Todo se adecua a la realidad del hogar y se registra para dar seguimiento.
Al cerrar el ciclo, el equipo evalúa logros y define nuevos pasos si hacen falta. Si durante una visita domiciliaria aparecen señales de riesgo alto, se activan rutas de protección con prioridad. El objetivo es sostener el cuidado, afianzar hábitos y dejar instalado un entorno protector que funcione sin la presencia permanente de los profesionales.









