

Un equipo de arqueólogos polacos ha realizado un extraordinario descubrimiento arqueológico en el yacimiento de El Curaca, ubicado en el remoto valle del río Atico, en la costa sur de Perú.
La tumba circular, que data de entre los años 1000 y 1450 d.C., contiene los restos óseos de 24 personas que, según el análisis preliminar, murieron a causa de heridas violentas típicas de la guerra.
Este hallazgo está proporcionando información invaluable sobre el enigmático pueblo Chuquibamba o Aruni, una civilización precolombina poco conocida que habitó esta región antes de la llegada de los incas, según informa National Geographic Historia.
El profesor Józef Szykulski de la Universidad de Breslavia (Polonia), líder del departamento de arqueología no europea y director del proyecto, explicó que "los restos encontrados presentan evidencias contundentes de un violento enfrentamiento bélico".
Los cuerpos, cuidadosamente dispuestos en una gran fosa común, estaban repletos de cicatrices de batalla, lo que ha llevado a los investigadores a creer que podría tratarse del escenario final de una antigua y salvaje batalla entre grupos rivales de la región.
Este hallazgo no solo revela aspectos hasta ahora desconocidos sobre las prácticas guerreras de esta civilización, sino que también ofrece pistas sobre sus rituales funerarios y estructura social.

Guerreros respetados: evidencias de un entierro ritual con profundo significado
Los análisis realizados por el equipo internacional dirigido por la Universidad de Breslavia han revelado que el entierro colectivo no fue simplemente una forma práctica de deshacerse de los caídos en combate, sino una ceremonia con profundo significado ritual.
"La disposición de los cuerpos y el estado de los objetos sugieren un entierro ritual y con propósito", señala el doctor Szykulski en el estudio financiado por el Centro Nacional de Ciencias de Polonia.
Los ajuares funerarios y los cuidadosos arreglos mortuorios indican que las víctimas eran respetadas por su comunidad, un hecho significativo que está transformando la comprensión de las jerarquías sociales y valores culturales de esta civilización.
Junto a los restos humanos, los arqueólogos han encontrado numerosas reliquias de cerámica, herramientas de piedra, mazorcas de maíz y textiles finamente elaborados que ofrecen una ventana a la vida cotidiana y las capacidades tecnológicas de esta cultura.
Particularmente interesantes son los fragmentos de cerámica, que comparten vínculos estilísticos con la cuenca del río Majes, considerada el centro cultural de los Aruni.
Estos elementos materiales sugieren redes comerciales extensas y un sistema de intercambio cultural que abarcaba grandes distancias a lo largo de los Andes precolombinos, demostrando que esta sociedad era mucho más compleja y conectada de lo que previamente se había asumido.

Un bando aruni ganó la batalla: revelaciones sobre antiguos conflictos bélicos
Uno de los aspectos más fascinantes del hallazgo es lo que revela sobre los conflictos bélicos en la región andina preincaica. Los investigadores han determinado que las heridas presentes en los esqueletos son compatibles con lesiones de guerra, y el entorno del enterramiento sugiere que estos individuos murieron juntos, posiblemente durante un mismo enfrentamiento.
Según explica el equipo arqueológico en una publicación de la red social Facebook, el contexto del hallazgo indica que "el bando aruni fue el que prevaleció en este conflicto bélico", y los sobrevivientes decidieron realizar un entierro honorable a las víctimas con un rico ajuar funerario.
Los fardos funerarios encontrados en la tumba son particularmente reveladores. Uno de ellos, mostrado en las fotografías documentadas por los arqueólogos, presenta un cráneo envuelto en cuerdas trenzadas de fibra vegetal, un método de preparación mortuoria que requería considerable habilidad y dedicación. Estos elementos, junto con la presencia de ofrendas específicas, sugieren que la muerte en batalla podría haber conferido un estatus especial en la sociedad Aruni.
La cuidadosa documentación tridimensional que el equipo está realizando mediante escaneos 3D de alta resolución permitirá preservar digitalmente estos frágiles hallazgos para futuras generaciones de investigadores.
Civilización pre-Inca con profundas raíces: desvelando el misterio de los Aruni
La verdad es que los arqueólogos saben relativamente poco sobre los Aruni, más allá de los numerosos petroglifos que dejaron en las paredes de las cuevas de la zona. Este descubrimiento está ayudando a llenar importantes vacíos en nuestro conocimiento de esta enigmática cultura que se desarrolló entre los años 1000 y 1450 d.C.
Aunque menos documentada que las grandes civilizaciones incas o las sociedades preincaicas más famosas (como Chavín, Tiwanaku, Wari o Chimú), el pueblo Chuquibamba/Aruni de América del Sur tenía profundas raíces prehispánicas con sistemas sociales y de infraestructura complejos.
Los hallazgos arqueológicos realizados hasta ahora sugieren que esta civilización había desarrollado sofisticados sistemas de riego que predatan a la anexión inca. Su tradición oral y leyendas locales a menudo combinaban influencias que reflejaban los cambios provocados por la expansión inca y, posteriormente, la época colonial española.
La excavación en El Curaca continúa arrojando luz sobre este fascinante capítulo de la historia precolombina, recordándonos que aún hay mucho por descubrir sobre las civilizaciones que florecieron en los Andes antes de la llegada de los europeos.
Como afirma el doctor Szykulski, "cada nuevo hallazgo en esta región nos acerca más a comprender la verdadera complejidad y riqueza cultural de las sociedades andinas precolombinas".











