

Hace más de cincuenta años, un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sorprendió al mundo con un informe que proyectaba el futuro del planeta si la humanidad continuaba con el mismo ritmo de consumo y crecimiento.
Publicado en 1972 bajo el título "The Limits to Growth", el estudio utilizó un modelo computacional pionero para anticipar un escenario inquietante: el colapso de la civilización industrial en el siglo XXI.
Hoy, con datos actualizados, esa advertencia vuelve a cobrar relevancia. Investigaciones recientes confirman que el camino seguido por la humanidad coincide con el escenario más pesimista del informe, que pronosticaba una caída drástica en la producción, los recursos naturales y el bienestar humano alrededor de 2040.

El informe que sacudió al mundo en los 70
El trabajo del MIT fue financiado por el Club de Roma, un grupo de intelectuales, científicos y líderes que buscaban analizar el impacto del crecimiento descontrolado en un planeta con recursos finitos.
Para ello, los investigadores crearon el modelo World3, capaz de simular la interacción entre población, industrialización, contaminación, producción agrícola y recursos naturales.
Sus conclusiones fueron claras: de no modificar las tendencias de consumo y explotación, el sistema global alcanzaría sus límites hacia mediados del siglo XXI, seguido de un colapso. En aquel momento, muchos gobiernos y empresas criticaron el estudio, considerándolo alarmista, pero con el paso de las décadas los datos han mostrado lo contrario.
Datos actuales confirman la proyección
En 2020, la investigadora Gaya Herrington comparó estadísticas reales con los escenarios previstos en 1972. Su análisis, publicado en el Journal of Industrial Ecology, reveló que el mundo sigue de cerca el escenario "business as usual": crecimiento continuo hasta llegar a un punto de quiebre en torno a 2040, con consecuencias graves para la economía global y el bienestar humano.
Otras revisiones recientes, apoyadas en versiones recalibradas del modelo World3, también muestran que los datos de población, consumo de energía y degradación ambiental encajan con lo anticipado hace más de medio siglo.

¿Estamos a tiempo de evitarlo?
Los expertos subrayan que el informe nunca fue una sentencia definitiva, sino un llamado a cambiar de rumbo. Si bien las proyecciones apuntan a un colapso en torno a 2040, los escenarios alternativos muestran que es posible estabilizar la situación con políticas que prioricen la sostenibilidad: energías renovables, reducción de emisiones, economía circular y control del consumo excesivo.












