

El contexto geopolítico a nivel global se tensiona: las grandes guerras que se suscitan en todas partes del mundo generan un escenario bélico sin precedentes, que podría asemejarse a una Tercera Guerra Mundial. En este marco, ¿cuál es el paísasiático que hizo una alianza militar con Estados Unidos y presenta el gasto militar más grande de la historia?
En los últimos años, Japón ha activado un giro estratégico en materia militar al ampliar su gasto en esta área. El Poder Ejecutivo japonés ha aprobado en 2022 un plan de duplicación del presupuesto de defensa en los próximos cinco años con el objetivo de alcanzar el 2% del PBI.
La decisión fue impulsada por la creciente tensión en la región Asia-Pacífico, sobre todo ante las amenazas de países como China, Corea del Norte y Rusia. Esto llevó al país asiático a mantener una sólida alianza militar con Estados Unidos, respaldada por varios acuerdos y mecanismos de cooperación.
Alianza sin precedentes entre Japón y Estados Unidos
En 2024 y 2025, por medio de los Gobiernos de Joe Biden y Fumio Kishida, los países acordaron una actualización considerada como histórica ya que incluye la creación de nuevos cuarteles conjuntos en Japón, además de una mejor coordinación operativa entre sus Fuerzas Armadas.
La cooperación abarca, entre otras cosas, ejercicios cooperativos conjuntos y la compra de armamento avanzado de EE.UU (F-35, misiles Tomahawk, drones Global Hawk, etc.) por unos 20.000MUSD, y ha modernizado sus fuerzas con capacidades ofensivas y de contraataque (long-range strike).
Tercera Guerra Mundial: un país asiático acelera la producción de armas nucleares
China se ha sumado con fuerza a la carrera armamentística global acelerando el crecimiento de su arsenal nuclear a un ritmo sin precedentes. De acuerdo con el más reciente informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gigante asiático aumentó la cantidad de ojivas nucleares de 500 en enero de 2024 a aproximadamente 600 en enero de 2025.
Esta expansión refleja un giro estratégico en la postura militar de Pekín, que busca consolidarse como una potencia nuclear de primer orden.










