

Estados Unidos asegura haber detectado ejercicios de milicias que, según sus autoridades, elevan el riesgo de una escalada en el Caribe. La denuncia llegó tras la difusión de grabaciones y movimientos militares que encendieron las alertas diplomáticas.
La señal de alarma se centró en maniobras reportadas en Venezuela, donde el gobierno habría impulsado adiestramientos civiles. Estas acciones ocurren en un contexto de fricciones en el mar y acusaciones entre Donald Trump y Nicolás Maduro.
Alerta máxima: Trump advierte el peligro de las milicias venezolanas
La Casa Blanca aseguró que la profesionalización de grupos civiles complica la seguridad regional. Para Washington, esos entrenamientos aumentan la probabilidad de incidentes que podrían arrastrar a potencias externas.

La administración de Trump interpreta los ejercicios como un factor que puede acelerar la escalada. La posibilidad de errores de cálculo o choques en alta mar multiplica el riesgo de una respuesta más amplia.
¿Quién organiza estos entrenamientos y con qué objetivo?
Según EE.UU., Venezuela estaría promoviendo maniobras de la llamada milicia nacional como demostración de control interno y disuasión externa. Maduro y sus ministros presentaron estos ejercicios como defensa ciudadana ante amenazas percibidas.
Desde Washington, en cambio, ven una preparación con fines paramilitares y una herramienta de presión regional. La difusión de videos y el intercambio de reproches aumentaron la visibilidad del conflicto.
Escenarios probables: de la tensión a la contención
En el corto plazo, se esperan maniobras navales y más presencia militar en el Caribe. La ruta más factible es la escalada diplomática: sanciones, despliegues y advertencias formales entre gobiernos.

Si la crisis se extiende, puede haber choques puntuales que obliguen a terceros a actuar. Por ahora, la región está en máxima vigilancia; los pasos siguientes dependerán de decisiones políticas y de la comunicación entre las partes.









