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Al menos siete personas perdieron la vida y otras tres permanecen en estado crítico tras ingerir licor adulterado en Barranquilla, Colombia. De acuerdo con las autoridades, la bebida se vendía de manera clandestina a tan solo $2000 por botella, lo que facilitó su rápida circulación entre los habitantes del sector.

Licor adulterado en Colombia: dónde se registró la tragedia

La emergencia se registró en el barrio El Boliche, en el centro de Barranquilla, donde las víctimas consumieron el producto contaminado. Según la Policía Metropolitana, elprimer fallecido sería la misma persona que preparó y distribuyó el licor en condiciones precarias de salubridad.

En el operativo de inspección, los uniformados hallaron bidones con restos de la bebida adulterada y botellas de plástico que eran utilizadas para envasar y comercializar el producto ilegal.

Víctimas por licor adulterado: lo que se sabe hasta ahora

De los siete fallecidos, cuatro ya fueron identificados, mientras que las demás víctimas continúan en proceso de reconocimiento. Tres personas siguen hospitalizadas en estado grave, y dos más permanecen bajo observación médica por posibles complicaciones derivadas del consumo del licor adulterado.

Licor adulterado a $2000: un riesgo mortal para la salud

Las autoridades confirmaron que cada botella era vendida a $2000, lo que equivale a menos de un dólar. El bajo costo hizo que la bebida fuera adquirida principalmente por habitantes de calle y personas de bajos recursos, sin saber que contenía sustancias tóxicas letales.

Investigación en curso por la venta de licor adulterado

La Policía y la Fiscalía abrieron una investigación para determinar cómo se fabricaba y distribuía el licor adulterado en Barranquilla. Además, se busca establecer si existen más lotes en circulación para evitar nuevas intoxicaciones.

Consumo de licor adulterado en Colombia: un problema en aumento

En los últimos años, Colombia ha enfrentado múltiples casos de intoxicación masiva por bebidas adulteradas. El bajo precio, la clandestinidad de la producción y la falta de control en su comercialización convierten este fenómeno en una amenaza permanente para la salud pública.

Con información de EFE.-