

La Tercera Guerra Mundial ya no es una simple suposición que las personas interesadas en los conflictos globales pueden hacer a la ligera: especialistas e historiadores coinciden en que "no es alarmista", según palabras utilizadas por el historiador militar británico Antony Beevor, pensar en un conflicto de esta índole. En este marco, se conoció que diversos países subdesarrollados podrían hacer una alianza y vencer a grandes potencias.
Existen diferentes alianzas entre pequeños y subdesarrollados países que, ante la premisa de Beevor de una eventual Tercera Guerra Mundial, podrían activarse y presentar pelea a las potencias que participen de dicho enfrentamiento. En este tipo de guerras, la cooperación entre países resulta un factor clave.
El historiador paraguayo Juan Carlos Herken Krauer, por ejemplo, investigó y remarcó la importancia de la cooperación entre los países en desarrollo en tiempos de conflictos bélicos. Si bien él no se refirió a una Tercera Guerra Mundial, sí ahondó en la dinámica entre naciones latinas durante la Guerra de la Triple Alianza.

¿Tercera Guerra Mundial? Estos países subdesarrollados podrían formar una alianza
En 2023 fue establecida la Alianza del Sahel, una cooperación de fuerzas militares entre Malí, Níger y Burkina Faso. Comenzó, en un inicio, como un pacto de defensa mutua frente a amenazas externas e internas, motivo por el cual ante un hipotético escenario de una guerra mundial se espera que los tres países actúen en conjunto.
La alianza ha evolucionado luego hacia una confederación con aspiraciones económicas y políticas mucho más ambiciosas. De esta manera, el principal objetivo de los tres países es el de fortalecer la soberanía y reducir la dependencia que tienen las potencias extranjeras por sobre las naciones más chicas.
¿Por qué factores podría iniciarse una Tercera Guerra Mundial?
Una Tercera Guerra Mundial podría desencadenarse por una combinación de factores que agravan las tensiones geopolíticas ya existentes. Uno de los más críticos es la confrontación entre grandes potencias nucleares, como Estados Unidos, Rusia o China, en zonas estratégicas como Europa del Este, el mar de China Meridional o Taiwán.

Disputas territoriales, carreras armamentistas y alianzas militares rígidas pueden provocar reacciones en cadena ante un conflicto regional que escale sin control. A esto se suma la creciente competencia por recursos naturales, especialmente agua y energía, en un contexto de cambio climático que agrava la inseguridad alimentaria y la migración forzada. Otro factor clave es el debilitamiento de las instituciones internacionales y la pérdida de credibilidad de los organismos encargados de mediar en conflictos.











