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El Sol vuelve a sorprender. Un nuevo descubrimiento abre una ventana a su interior que, hasta ahora, parecía reservado a la imaginación. Respecto a este hallazgo, los astrónomos hablan de una vista tridimensional inédita, lograda sin perforar la superficie solar ni enviar sondas al núcleo.

La clave está en un pulso silencioso que recorre la estrella: ondas que viajan, rebotan y se deforman. Al leer esos temblores con una precisión quirúrgica, los científicos reconstruyeron lo que pasa debajo del océano de plasma. Los primeros mapas revelan patrones complejos, corrientes ocultas y cambios que podrían explicar por qué el Sol a veces estalla.

El instrumento que lo hizo posible lleva años, pero ahora su alcance se entiende como nunca. Se llama Helioseismic and Magnetic Imager (HMI) y viaja a bordo del Observatorio de Dinámica Solar (SDO). Lo que antes eran pistas, hoy se articula como un modelo coherente del interior solar en 3D, un descubrimiento con impacto directo en cómo anticipamos la actividad del Sol.

Descubrimiento en el Sol: helioseismología de alta resolución con HMI/SDO

La helioseismología de alta resolución estudia las vibraciones naturales del Sol para descubrirqué ocurre debajo de su superficie visible. El instrumento HMI observa de manera continua la fotosfera y registra cambios muy pequeños en la velocidad y en el campo magnético solar. Con esa información, los científicos pueden armar un mapa tridimensional que muestra las capas internas y el movimiento que gobierna la estrella.

Este hallazgo no se queda en la teoría. Los resultadosrevelan cómo los movimientos de convección, la rotación desigual y las corrientes profundas influyen en el ciclo magnético del Sol. Gracias a estas mediciones, ahora se puede seguir el origen de las manchas solares y comprender mejor qué procesos provocan erupciones y tormentas solares.

Cómo se logra la vista tridimensional del Sol con helioseismología

La tridimensión no proviene de imágenes directas, sino de cálculos complejos. Los científicos del observatorio midieron el tiempo de viaje de las ondas, sus desvíos y cambios de frecuencia. Con esa información, algoritmos avanzados reconstruyen un mapa 3D de velocidades, densidades y perturbaciones bajo la superficie.

El valor de este trabajo está en la continuidad. Desde 2010, HMI genera observaciones constantes que permiten comparar distintos ciclos solares y afinar pronósticos sobre la actividad futura del astro. En la práctica, esto ayuda a comprender mejor el clima espacial y a reducir los riesgos que representan las tormentas solares para satélites, comunicaciones y sistemas eléctricos en la Tierra.