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Una obra datada en torno al año 1500 y atribuida a Leonardo da Vinci no escapó a las miradas dubitativas de los historiadores del arte. La razón es una mínima, casi imperceptible, diferencia que ha encendido un extenso debate entre expertos y coleccionistas. La discusión alcanza tanto a la autenticidad de la pieza como a las decisiones tomadas en los talleres de conservación.

La obra en cuestión, conocida como Salvator Mundi o Salvador del Mundo, pasó en pocos años de ser una curiosidad a convertirse en un emblema del mercado del arte. Su historia combina hallazgo, restauración intensa y un precio récord en subasta, elementos que dificultan cualquier lectura puramente técnica.

Sin embargo, una investigación reciente puso en duda si aquel supuesto error en la obra del artista florentino fue, en realidad, una decisión calculada. La controversia surge por lo inusual del orbe que sostiene Jesús.

¿Un error que delata al maestro o una decisión fríamente calculada?

Según consignó The Guardian, el misterio no es una pincelada oculta ni una firma cifrada. Es la órbita de cristal que sostiene Cristo en la mano: en la pintura esa esfera parece mostrar sin distorsión lo que hay detrás, algo que choca con las leyes ópticas y con lo que cabría esperar de un pintor que estudió la luz y la visión.

La polémica obra atribuida a Leonardo da Vinci que preocupa a los expertos en el arte por un error en su pintura. (Imagen: archivo).
La polémica obra atribuida a Leonardo da Vinci que preocupa a los expertos en el arte por un error en su pintura. (Imagen: archivo).

Muchos especialistas señalan que un artista con el conocimiento científico de Leonardo da Vinci difícilmente hubiera cometido tal descuido.

Frente a esa anomalía hay varias explicaciones plausibles. Una es que la esfera original fue intervenida durante las sucesivas restauraciones, y que el acabado actual refleja una recuperación o repintado moderno. Otra posibilidad es que la mano y parte de la obra fueran completadas por colaboradores o discípulos en el taller.

Las opiniones cruzadas de los expertos

En el ámbito artístico hay opiniones cruzadas sobre la autenticidad de la obra y el error en la órbita. Por un lado, Walter Isaacson cuestionó por qué un genio mostró una "falta de voluntad o un lapsus inusual" para vincular el arte y la ciencia al representar al orbe, como citó el medio estadounidense. "En cierto sentido, está representado con una hermosa precisión científica. Pero Leonardo no logró pintar la distorsión que se produciría al mirar a través de un orbe sólido y transparente objetos que no lo tocan", escribió.

Michael Daley, director de ArtWatch UK, también declaró previamente que: "No hay suficientes pruebas para afirmar que se trata de un Leonardo. Su desarrollo figurativo se dirigió hacia un mayor naturalismo y complejidad en la postura: cabezas girando hacia un lado, hombros girando hacia el otro, con giros y movimiento".

Sin embargo, algunas discusiones también plantean que se trata de una decisión tomada por el pintor para no distraer el tema de la pintura. La discusión pone en primer plano cuestiones técnicas, éticas y culturales.

El negocio millonario detrás del misterioso cuadro

La discusión técnica se mezcla con cifras que llaman la atención. La obra se vendió en 2017 por una suma que rompió récords, considerando que la primera vez fue vendida por Sotheby's en 1958 por solo USD 60. Este hecho intensificó la presión sobre la atribución y la interpretación de cada detalle.

La obra atribuida a Leonardo da Vinci fue subastada por una cifra exorbitante. (Imagen: archivo).
La obra atribuida a Leonardo da Vinci fue subastada por una cifra exorbitante. (Imagen: archivo).

A eso se suma la opacidad sobre el paradero actual del cuadro y su futuro museo. Tras la subasta, Salvator Mundi desapareció de las vitrinas públicas y reapareció en informes sobre colecciones privadas y planes de grandes instituciones en Oriente Medio, lo que añade otra capa de misterio y polémica.