

Arqueólogos en Israel realizaron un hallazgo que podría cambiar la visión sobre los evangelios. Un postulado apunta a revelar detalles únicos sobre el lugar donde Jesús convirtió el agua en vino.
Para el historiador Tom McCollough, este descubrimiento podría contribuir a reforzar la credibilidad histórica de los evangelios, en especial el de Juan. Según sus palabras, este sitio no solo fue el escenario del primer milagro, sino también una especie de "centro operativo" al que Jesús regresaba con frecuencia durante su ministerio.
Las excavaciones muestran que fue una aldea judía próspera en el corazón geográfico de la vida de Jesús. Este tipo de hallazgos, afirma, pone en tela de juicio la precisión histórica de algunos relatos bíblicos.
Nuevo hallazgo arqueológico reabre el debate sobre el primer milagro de Jesús
McCollough afirma haber identificado el verdadero lugar donde Jesús realizó su primer milagro, según lo describe el Evangelio de Juan: convertir agua en vino durante una boda en Caná. El historiador sostiene que el sitio tradicionalmente venerado, Kafr Kanna, no es la ubicación correcta, y propone en su lugar una aldea judía cercana llamada Khirbet Qana.

Según McCollough, tiene pruebas más sólidas y coherentes con los textos bíblicos y registros históricos. Excavaciones en el área revelaron un complejo subterráneo de veneración cristiana con cruces, referencias a Jesucristo y vestigios de una práctica religiosa continua desde el Siglo V hasta la época de las Cruzadas.
Pruebas arqueológicas apuntan a un nuevo Caná
Durante las excavaciones, se descubrió un altar, una repisa con una vasija de piedra y espacio para cinco más, detalle que coincide con los seis jarros de piedra mencionados en el Evangelio. Además, las inscripciones en griego antiguo con la frase "Kyrie Iesou" ("Nuestro Señor Jesús") refuerzan la conexión del lugar con la figura de Cristo.
McCollough también señaló que los testimonios de peregrinos cristianos del período coinciden con la configuración del complejo hallado, incluyendo referencias a prácticas religiosas vinculadas al milagro del agua convertida en vino. Esto sugiere que el sitio fue reconocido como lugar sagrado desde siglos atrás, mucho antes que Kafr Kanna.
Evidencia textual e histórica refuerza la hipótesis
El historiador también cita al cronista judío Flavio Josefo, cuyos escritos describen un Caná más en concordancia con la ubicación geográfica de Khirbet Qana. Según McCollough, tanto los textos del Nuevo Testamento como fuentes rabínicas describen un asentamiento judío activo en la región durante la época de Jesús.

Asimismo, plantea que Kafr Kanna solo fue identificado como sitio de peregrinación en el siglo XVIII, lo que pone en entredicho su autenticidad histórica. A su juicio, la elección del lugar obedeció más a razones prácticas para el turismo religioso gestionado por los franciscanos que a evidencias arqueológicas o textuales.











