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Colombia es un país atravesado por todo tipo de terrenos. Esto hace que sus carreteras deban acoplarse a llanuras y zonas montañosas, convirtiéndose en verdaderos desafíos para cualquier conductor.

Destreza, precaución y vehículos adecuados son necesarios para atravesar estos caminos en Colombia que te ponen a prueba con sus obstáculos. Además, algunas de estas carreteras no están en el estado ideal, lo que hace aún más peligrosa la travesía.

Las carreteras más peligrosas de Colombia

Colombia, conocida por sus paisajes montañosos, también es hogar de algunas de las carreteras más desafiantes para conductores. Estas vías, aunque importantes para la conectividad del país, presentan peligros por su infraestructura y condiciones climáticas.

Aquí te contamos cuáles son las cinco más riesgosas según expertos y reportes de inteligencia artificial:

1. Vía al Llano (Bogotá-Villavicencio): la reina de los deslizamientos

Esta carretera, que conecta Bogotá con Villavicencio, es conocida por sus pendientes pronunciadas y curvas cerradas, pero también por los deslizamientos frecuentes que bloquean su paso.

Aunque algunos tramos han sido mejorados, las lluvias y la falta de barandas en varias áreas hacen que sea un desafío constante para los conductores.

2. Ruta del Sol (Cúcuta-Bucaramanga-Bogotá): curvas que desafían la prudencia

La Ruta del Sol es fundamental para conectar el oriente con el centro del país. Sin embargo, sus tramos montañosos con pendientes empinadas y lluvias persistentes generan baja visibilidad y aumentan los riesgos de accidentes.

Las mejoras en su infraestructura no eliminan los retos, y el mantenimiento sigue siendo vital para su seguridad.

3. Vía al Magdalena (Neiva-Pitalito): curvas cerradas y deterioro

Conectando Neiva y Pitalito, esta carretera destaca por sus curvas extremas y tramos en mal estado. Durante la temporada de lluvias, los deslizamientos de tierra son comunes, convirtiendo este trayecto de 80 kilómetros en una prueba de resistencia para conductores y vehículos.

4. Vía Panamericana (Pasto-Ipiales): la frontera peligrosa

Esta ruta entre Pasto y la frontera con Ecuador atraviesa la cordillera de los Andes con pendientes pronunciadas y niebla constante que reduce la visibilidad. Los desprendimientos de rocas y el deterioro en tramos aislados son riesgos adicionales en esta vía esencial para el comercio internacional.

5. Ruta Nacional 45 (Medellín-Bogotá): un trayecto sinuoso

La conexión entre Medellín y Bogotá es vital para el transporte de carga y pasajeros, pero su recorrido montañoso, lleno de curvas cerradas y pendientes pronunciadas, exige máxima atención. Los deslizamientos en época de lluvias complican aún más la seguridad en esta importante carretera.

Los conductores deben estar atentos al clima y al estado de las vías para evitar accidentes, recordando que la seguridad siempre es lo primero en estos trayectos llenos de desafíos.