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En un hecho que marca un antes y un después en la conservación del yaguareté, Nalá, una hembra liberada hace un año en el Parque Nacional El Impenetrable, fue fotografiada junto a su cachorro a orillas del Río Bermejo. Este avistaje confirma la reproducción exitosa de la especie en la región chaqueña, donde no se habían registrado hembras desde 1990.

La noticia genera esperanza en los esfuerzos de preservación y reintroducción del gran felino en su hábitat natural.

El seguimiento de Nalá mediante tecnología de monitoreo y cámaras trampa había sugerido la presencia de una cría, pero la confirmación visual llegó recién en julio de 2025 gracias a los guías locales Pablo Luna y Darío Soraire. La aparición del cachorro, de más de cinco meses, representa un paso crucial para la consolidación de la población de yaguaretés en esta zona protegida.

La importancia del avistaje de Nalá y su cría en El Impenetrable

El avistaje de Nalá junto a su cachorro no solo confirma la reproducción del yaguareté en la región sino que también subraya la eficacia de los programas de conservación desarrollados desde 2019. La Fundación Rewilding Argentina, junto con la Provincia del Chaco y la Administración de Parques Nacionales, creó un centro de reintroducción que facilitó la recuperación de esta especie emblemática.

Desde el descubrimiento inicial del macho solitario Qaramta y la posterior liberación de Nalá en agosto de 2024, el área ha sido monitoreada rigurosamente. El éxito de la reproducción representa un avance significativo en la restauración del ecosistema chaqueño y un símbolo del renacimiento de la biodiversidad local.

Impacto ambiental y social del renacimiento del yaguareté en la región chaqueña

La presencia de Nalá y su cría también impulsa una nueva economía basada en el turismo sostenible en El Impenetrable. Los guías locales que realizaron el avistaje, así como sus familias, ofrecen excursiones y servicios que vinculan la conservación ambiental con el desarrollo económico comunitario.

Este vínculo entre la fauna y la vida local demuestra cómo la recuperación de especies emblemáticas puede ser un motor para nuevas formas de vida y empleo en zonas rurales. Así, el renacer del yaguareté no solo es un logro ecológico, sino también una oportunidad para las comunidades que habitan la región.