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El Alzheimer suele avanzar silenciosamente. En sus primeras etapas, muchos pacientes no se dan cuenta de lo que ocurre, y quienes los rodean tampoco logran identificar las señales a tiempo.

Pero existe un síntoma clave que suele pasar desapercibido y que, si se reconoce a tiempo, puede marcar la diferencia en el tratamiento y la calidad de vida.

¿Cuál es el primer síntoma de Alzheimer que la mayoría olvida detectar?

Según Alzheimer's Association, uno de los signos iniciales más comunes -y menos evidentes- del Alzheimer es la dificultad para recordar información recientemente aprendida. Aunque muchos lo asocian con el envejecimiento normal, no lo es.

Esta clase de olvido no tiene que ver con dónde dejó las llaves, sino con conversaciones recientes, tareas recién explicadas o eventos que ocurrieron hace minutos.

Este olvido afecta la memoria a corto plazo y puede presentarse mucho antes de que el diagnóstico oficial llegue. De hecho, muchas personas no busca ayuda médica hasta que el deterioro es más evidente y se manifiestan otros síntomas, como la desorientación o la pérdida de habilidades cotidianas.

¿Cómo se manifiesta el Alzheimer en la edad temprana?

En la fase leve del Alzheimer, también llamada etapa temprana, la persona puede seguir realizando muchas de sus actividades diarias sin inconvenientes. Sin embargo, empiezan a aparecer señales sutiles como:

  • Dificultad para encontrar palabras comunes.
  • Olvidar nombres de personas recién presentadas.
  • No recordar algo que acaba de leer.
  • Perder objetos con frecuencia.
  • Problemas para organizar o planear tareas simples.

Estas señales son fáciles de justificar o pasar por alto, pero constituyen los primeros indicios del deterioro cognitivo. Aquí es cuando se debe actuar.

¿Por qué el Alzheimer no se detecta a tiempo?

En muchos casos, los primeros síntomas son atribuidos erróneamente al estrés, a la edad o al cansancio. Esta percepción hace que se pierda un tiempo valioso para el diagnóstico y el abordaje temprano de la enfermedad.

Además, existe una fase previa conocida como Alzheimer asintomático, en la que ya hay cambios en el cerebro, pero aún no se han manifestado síntomas externos.

Por esta razón, los expertos recomiendan estar atentos a los pequeños cambios y consultar al médico cuando algo no parece habitual.

La progresión del Alzheimer: etapas y señales a tener en cuenta

El avance de esta enfermedad se puede dividir en tres grandes fases, según Alzheimer's Association:

Enfermedad de Alzheimer leve (temprana)

  • Cambios sutiles en la memoria y el lenguaje.
  • Dificultad para desempeñarse en ambientes laborales o sociales exigentes.
  • Olvidos frecuentes y desorganización.

Enfermedad de Alzheimer moderada (media)

  • Confusión con la fecha, el lugar y las personas.
  • Cambios de humor, aislamiento, irritabilidad.
  • Necesidad de ayuda para tareas como vestirse o manejar dinero.
  • Mayor riesgo de perderse, incluso en lugares conocidos.

Enfermedad de Alzheimer grave (tardía)

  • Pérdida de la capacidad de comunicarse.
  • Dependencia total para las actividades diarias.
  • Dificultades físicas, como para tragar o mantenerse erguido.
  • Vulnerabilidad a infecciones.

Aunque el Alzheimer no tiene cura, un diagnóstico temprano permite iniciar tratamientos que pueden ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente y su entorno.