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La página oficial del Vaticano compartió este martes una reflexión del Papa Francisco sobre la figura de Judas como la "oveja descarriada más perfecta" en el Evangelio. El Pontífice destacó que Judas era "un hombre que siempre, siempre tenía algo de amargura en el corazón, algo para criticar de los demás, siempre distanciado". Esta descripción invita a la reflexión sobre la naturaleza humana y las luchas internas que enfrentamos.

Francisco continuó explicando que Judas no conocía "la dulzura de la gratuidad de vivir con todos los demás". Esta falta de satisfacción lo llevó a "escapar", un acto que el Papa relacionó con la "tiniebla en el corazón" que aleja a las personas del amor divino. "Escapaba porque era un ladrón", enfatizó, señalando que otros también pueden caer en la tentación de huir de la comunidad.

El Santo Padre también abordó la "doble vida" que se observa en "tantos cristianos", incluyendo a "sacerdotes" y "obispos". Francisco recordó que "Judas era obispo, era uno de los primeros obispos", lo que resalta la complejidad de la fe y la fragilidad humana, incluso en aquellos que ocupan altos cargos dentro de la Iglesia.

Finalmente, el Papa hizo un llamado a la comprensión hacia las "ovejas descarriadas", reconociendo que "también nosotros debemos entender a las ovejas descarriadas". Afirmó que todos tenemos "alguna cosilla, pequeña o no tan pequeña, de la oveja descarriada", invitando a la comunidad a la empatía y la reflexión sobre sus propias vidas.

La lectura del Evangelio para este martes, 15 de abril de 2025

El 15 de abril de 2025, el Papa Francisco centró su reflexión en la lectura bíblica del Evangelio de Juan, donde se destaca la importancia del amor y la unidad entre los creyentes. En este pasaje, Jesús habla sobre la necesidad de permanecer en Él, afirmando que "sin mí no podéis hacer nada". Este versículo resalta la dependencia que los cristianos deben tener en su relación con Cristo para poder llevar a cabo su misión en el mundo.

Además, el Papa enfatizó el llamado a la comunidad cristiana a vivir en unidad, recordando las palabras de Jesús: "Que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros". Este mensaje es fundamental para la Iglesia, ya que subraya la importancia de la cohesión y el amor fraternal entre los miembros de la comunidad, lo cual es esencial para dar testimonio del amor de Dios en el mundo.

Finalmente, el Santo Padre invitó a los fieles a reflexionar sobre su compromiso personal con el amor y la unidad, instando a que cada uno se pregunte: "¿Cómo puedo contribuir a la unidad en mi comunidad?". Este llamado a la acción es un recordatorio de que cada cristiano tiene un papel importante en la construcción de un mundo más unido y amoroso, siguiendo el ejemplo de Cristo.