

Hace un año el gobierno nacional lanzó el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), con el objetivo ambicioso de revitalizar la atracción de capitales en sectores estratégicos como energía, minería, industria e infraestructura.
Este marco, sancionado en 2024 bajo la Ley de Bases (N° 27.742), garantiza seguridad jurídica, incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios, y acceso a mecanismos de arbitraje internacional para proyectos superiores a u$s 200 millones.
Un comienzo con demoras, pero con acertada reacción
La génesis del RIGI enfrentó un arranque con ciertas demoras en la aprobación de los proyectos iniciales. De hecho, el primer proyecto fue aprobado en enero de 2025 (Energía Solar). En el caso de la minería, el primer proyecto aprobado del sector se remonta en mayo de 2025, es decir, a casi 10 meses de la entrada en vigencia del Régimen.
El gobierno tomó nota de estas demoras y actuó en consecuencia. Se agilizaron los procesos. Se emitió la Resolución (Ministerio de Economía) N° 983/2025, la cual permitió descentralizar el análisis de los proyectos, delegando la aprobación de los mismos a las Secretarías con competencia técnica. Esta respuesta fortaleció la credibilidad del régimen de promoción.

Relevamiento de proyectos aprobados y en evaluación
A la fecha, se registran cifras alentadoras:
- Se presentaron unos 20 proyectos, alcanzando los u$s 33.600 millones de inversiones solicitadas, de las cuales ya fueron aprobadas siete iniciativas por más de u$s 13.000 millones.
- Sectores como energía y minería lideran el ranking de actividades promocionadas, con contundencia: 6 de los 7 proyectos aprobados corresponden a estos sectores. Predominantemente oil & gas, explotaciones de litio, oro, cobre y parques solares y eólicos.
- El impacto proyectado es notable: más de u$s 13.000 millones de inversiones aprobadas generarían u$s 15.000 millones anuales en divisas, y más de 7.700 empleos directos e indirectos en su pico de construcción
Entre los casos aprobados podemos mencionar:
- Proyecto fotovoltaico "El Quemado" (YPF Luz): u$s 211 millones, 305 MW, primera iniciativa del régimen, en Mendoza.
- Vaca Muerta Sur (VMOS): Oleoducto de u$s 2486 millones, impulsado por YPF junto a PAE, Vista, Pampa Energía, Pluspetrol, Tecpetrol, Chevron, Shell y GyP, para fortalecer la exportación de petróleo.
- Rincón de Litio (Río Tinto): u$s 2724 millones invertidos en Salta para producción anual de hasta 60.000 toneladas de carbonato de litio, cuya aprobación fue sancionada el 30 de mayo de 2025.
- Planta de GNL (Southern Energy): planta flotante de licuefacción en Río Negro con inversión estimada en u$s 6878 millones.
- Proyecto Galan Lithium (Catamarca): u$s 217 millones aprobados, producción prevista de 20.850 t/año de carbonato de litio desde 2027 y exportaciones cercanas a u$s 180 millones anuales desde 2029.
- Planta siderúrgica de San Nicolás: u$s 286 millones destinados a la construcción de una nueva acería en esa localidad de la Provincia de Buenos Aires, con el objetivo de fabricar acero verde a partir de chatarra.
- Parque Eólico Olavarría: u$s 255 millones destinados a la construcción de un parque eólico de 180 MW.

El apoyo de las provincias y los municipios
Un aspecto clave que ha fortalecido el RIGI ha sido la adhesión por parte de la mayoría de las provincias -Catamarca, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, entre otras-, lo que permite la aplicación de beneficios locales.
Hacia un futuro de oportunidades
El primer año del RIGI confirma que cuando hay claridad normativa, incentivos reales y una administración receptiva, la inversión aparece. Argentina hoy abre una etapa prometedora, en la que el crecimiento energético y minero puede ser motor de desarrollo, generando divisas y empleo.
Si logramos mantener ese rumbo, consolidar la descentralización y sostener la estabilidad, estaremos no solo financiando megaproyectos, sino cimentando el país desarrollado que todos anhelamos.














