En esta noticia

Si algo parece despejarse en el horizonte de 2026 es que la economía argentina ya no discute el punto de partida, sino la consistencia del rumbo. El ajuste fiscal dejó de ser una promesa para transformarse en un dato: superávit primario, menor financiamiento monetario del gasto y un Banco Central que, por primera vez en años, intenta reconstruir reservas sin volver a tropezar con los viejos atajos.

Verde, Amarillo y Rojo. Así será el semáforo de la economía que viene, según le contaron 14 consultores top a “El Cronista”.

Ese es el “verde” que aparece, con matices, en el diagnóstico de la mayoría de los economistas consultados. La novedad no es solo macroeconómica; es también política y cultural: el equilibrio fiscal se volvió socialmente tolerable y electoralmente validado.

Pero el consenso termina ahí. Porque el 2026 asoma como un año bisagra, tal vez más exigente que el actual. Ya no alcanza con estabilizar: hay que demostrar que el programa puede generar crecimiento sostenido, inversión privada, empleo formal y dólares genuinos. Y en ese tránsito aparecen las zonas amarillas y rojas que inquietan incluso a quienes apoyan el corazón del modelo.

La acumulación de reservas es el eje de todas las miradas. El Gobierno parece haber entendido que sin dólares no hay estabilidad duradera, pero el camino elegido —bandas cambiarias recalibradas, compras de divisas con pesos y una secuencia poco ortodoxa de salida del cepo— sigue siendo frágil. Depende de que la confianza se sostenga, de que entren capitales, de que el contexto externo no juegue en contra y de que la demanda de dinero no vuelva a fallar. Demasiadas condiciones para una economía con memoria traumática.

El otro gran interrogante es el empleo. La Argentina que empieza a crecer lo hace de la mano de sectores capital-intensivos —energía, minería, agro— que empujan el PBI pero generan pocos puestos de trabajo en los grandes centros urbanos. La apertura comercial, con un tipo de cambio que priorizó la desinflación, amenaza además a industrias y economías regionales que todavía no encuentran cómo adaptarse. La “destrucción creativa” es inevitable, advierten varios economistas; la duda es si habrá capacidad de absorción social y productiva suficiente para que el proceso no deje más heridos que ganadores.

En paralelo, la microeconomía aparece como el flanco más débil. Las reformas estructurales avanzan, pero todavía no alcanzan para mejorar la productividad sistémica ni para ordenar un entramado productivo golpeado por años de estancamiento. Sin una hoja de ruta clara hacia el desarrollo, el riesgo es que la estabilización quede encapsulada en los números fiscales y financieros, sin derramar sobre el resto de la economía.

Así, 2026 se perfila como el año de la prueba definitiva. No para juzgar intenciones, sino resultados. El desafío ya no es evitar el colapso, sino demostrar que el orden macro puede transformarse en crecimiento sostenible, empleo y dólares. Y que derrame sobre toda la sociedad.

Uno por uno, los semáforos económicos de 14 expertos

ALDO ABRAM

Director ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso

VERDE
El superávit fiscal. La tendencia a la baja de la presión tributaria gracias a la mayor austeridad en el gasto. El saneamiento del Banco Central y que no financie más el gasto público. El proceso de desregulación y apertura económica. La convicción en avanzar en las necesarias reformas estructurales, como la "Laboral".
AMARILLO
La evitable exposición de las internas que generan ruidos innecesarios. La falta de independencia del Banco Central y de claridad en sus objetivos.
ROJO
Las presiones de la política para aumentar gastos; lo cual es inconsistente con la necesidad de bajar la enorme presión tributaria heredada. La pobre evolución de los precios internacionales agravan el impacto de las retenciones sobre la producción de productos exportables.

GABRIEL CAAMAÑO

Consultora Outlier

VERDE
No es del todo clara la señal de que se avanzará en la acumulación de reservas, pero de corto es muy positiva, porque explicita una decisión de no volver a tropezar con la misma piedra. Además, es muy probable que sea el primer paso de un proceso de flexibilización del régimen que se vaya midiendo en la práctica a medida que se vayan dando los resultados.
AMARILLO
Si el ritmo de ajuste del techo de la banda cambiaria va a acelerar, también lo hará el del ajuste esperado para el tipo de cambio. Esto se transforma en un factor alcista para las tasas de interés en pesos, producto del arbitraje entre los rendimientos esperados para los activos denominados en dólares y aquellos denominados en pesos. Por otro lado, el esquema plantea a la acumulación de reservas como el principal canal de expansión monetaria y de remonetización, pero este proceso queda necesariamente condicionado a la oferta efectiva de dólares, ya sea por la cuenta corriente o por la cuenta financiera frente a un contexto externo en franco deterioro, principalmente por el lado del precio de los commodities y los niveles de incertidumbre.
ROJO
La flexibilización de las bandas y el reconocimiento a la acumulación de reservas no quita que seguimos intentando avanzar en una secuencia diferente a la que hemos visto en la mayoría de las experiencias históricas exitosas y que el régimen monetario sigue siendo sui generis. En este caso, vemos un nuevo intento por primero acumular reservas y volver al mercado, para luego seguir avanzando en la salida del cepo.

MARIANA CAMINO

Presidente y CEO de ABECEB

VERDE
“Lo que me entusiasma es que por primera vez desde hace mucho tiempo (2011) no teníamos un escenario de dos años de crecimiento seguido y eso puede generar un cambio de paradigma porque el crecimiento se sostiene por un cambio cultural y social, y un aprendizaje que permite pensar que es un proceso que vino para quedarse.”
AMARILLO
“Me inquieta el timing, porque se están impulsando cambios profundos, una nueva agenda de reformas estructurales y al mismo momento se está trabajando en la estabilidad económica. Hay que terminar de estabilizar la macro (sobre todo la cuestión cambiaria) y en paralelo, hay que avanzar en este cambio estructural profundo. Este año el gobierno tiene que poner el delivery sobre la mesa que es mostrar crecimiento y generación de empleo.”
ROJO
“Lo que más me preocupa es que la destrucción creativa (en términos schumpeterianos), que es un fenómeno inevitable, que pasa en el mundo y también en Argentina, -no solamente por la corrección económica sino por la dinámica misma de un proceso de economía abierta que está atravesado por la innovación- es que esa destrucción genere más daño de lo previsto, que no haya espacio suficiente para la reabsorción del empleo y por otro lado, espero que el proceso de construcción sea positivo, que haya más natalidad de compañías que mortalidad, que no sea tan doloroso, y que tenga el menor daño colateral posible”.

MARINA DAL POGGETTO

Directora de Eco Go

VERDE
Tras el triunfo electoral, la caída en el riesgo país por debajo de los 600 pbs. acelera las chances de que el Tesoro Nacional deje de pagar al contado los vencimientos de la deuda en dólares y extienda los vencimientos de la deuda en pesos permitiendo usar el “señoreaje” para la acumulación de reservas. El cambio en la composición del Congreso aumenta las chances de avanzar con reformas estructurales que apuntalen la productividad sistémica, condición necesaria para sostener en el tiempo la consolidación fiscal y para moderar el daño que la apertura de la economía.
AMARILLO
El BCRA volvió a girar y anunció una recalibración del esquema cambiario y monetario. La decisión, probablemente condicionada por el FMI, va en el sentido correcto, para empezar a recomponer reservas usando señoreaje. En simultáneo el anuncio de que va a comprar dólares impactó favorablemente sobre los precios de los bonos en dólares pero deterioró los precios de los bonos en pesos, convalidando una suba de tasas. Este tira y afloje entre la deuda en pesos y la deuda en dólares, es parte de la herencia recibida que no se resolvió. Las dudas están en lo que va a hacer el Gobierno, si sigue priorizando la desinflación buscando usar el dólar como ancla, o por el contrario prioriza la acumulación de reservas como anunció.
ROJO
El eje de la micro es el mas flojo. Si bien la agenda de reformas estructurales empieza a avanzar con la reforma laboral a la cabeza, la productividad sistémica para los sectores que siguen siendo formales y no fueron favorecidos por el RIGI es muy baja. La apertura de la economía en el mundo actual con estas reglas del juego y un nivel del dólar que hasta ahora priorizó la desinflación va a generar más cierres de plantas, una mayor destrucción de empleo formal y un aumento en el desempleo de cara a 2026.

RICARDO DELGADO

Director de Analytica

VERDE
Desde lo macro, una mayor consistencia de políticas, a partir de la decisión de ajustar la banda cambiaria y acumular reservas. El nuevo esquema tiene dificultades, hace más lenta la desinflación, pero es más realista y va en el sentido correcto de intentar estabilizar la cuenta corriente. El gobierno tomó nota, y recalcula el esquema. Por el lado sectorial, la aceleración de las inversiones en gas y petróleo, fundamentalmente en Vaca Muerta, y la dinámica de la minería.
AMARILLO
Las condiciones para un retorno pleno a los mercados voluntarios de deuda, considerando que las necesidades de financiamiento en 2026 alcanzan U$S17.000 millones (organismos internacionales y bonistas privados). La indefinición acerca de cómo se pagarán los vencimientos de enero es una muestra.
ROJO
La configuración macroeconómica hace compleja, aún en el mejor escenario, la sustentabilidad de amplios sectores productivos, tanto en la industria como en la construcción. Junto con el comercio, son los principales empleadores, y ahí se abre el interrogante acerca de cómo aumentar el nivel de empleo formal hacia adelante.

LORENZO GAVRINA SIGAUT

Director de Equilibra

VERDE
Tras el contundente triunfo del oficialismo en las elecciones de mitad de término, el panorama económico se ha despejado y el Ejecutivo está aprovechando la mayor certidumbre para modificar los desvíos en el frente cambiario/monetario (ajuste de las bandas cambiarias por inflación y objetivo explícito de compras de divisas por parte del BCRA con pesos) y avanzar en reformas estructurales.
AMARILLO
Las recientes modificaciones del esquema cambiario monetario son positivas, pero para que el BCRA cumpla con la compra de US$ 10.000 millones en 2026 sin llegar al techo de la banda cambiaria (más holgado ya que a partir de enero ajusta por inflación local), se requiere un ingreso de capitales significativo y sostenido a lo largo del año. Es probable que esto se consiga gracias al fenomenal ajuste fiscal realizado y la posibilidad de pasar reformas estructurales. Sin embargo, es un equilibrio inestable: un shock exógeno negativo -interno o externo- puede revertir el flujo de capitales, reavivando las tensiones cambiarias, jaqueando la estabilización.
ROJO
La nula creación de empleo -de calidad- en los grandes centros urbanos y el daño sobre el tejido productivo local. Los sectores económicos que lideran el crecimiento -minería energía, intermediación financiera y agroindustria- son capitales intensivos y no generan puestos de trabajo en las ciudades. Asimismo, la apertura comercial con tipo de cambio real apreciado y ninguna protección frente a China, está afectando el entramado productivo local: cierre de fábricas y/o líneas de producción local que elevan la dependencia a las compras externas y reduce el empleo de calidad.

PABLO GOLDIN

Director de Macroview

VERDE
La convicción con la que el gobierno nacional sostiene el equilibrio fiscal, cómo la mayoría de la gente “compró” y votó por ello y cómo la oposición está a regañadientes teniendo que adaptarse a este nuevo orden. Ojalá siga así y lo adopten los gobiernos que vengan después.
AMARILLO
Que se crea que las reformas estructurales y la desregulación son la solución para resolver los baches que todavía arrastra el programa macroeconómico. Las reformas (laboral, impositiva, previsional) y las desregulaciones micro son fundamentales para reorganizar la economía. Pero no son sustituto de un plan macro para estabilizar y reactivar.
ROJO
Que en una economía bimonetaria como la nuestra, no contemos después de dos años de gobierno con un régimen cambiario - monetario asentado y los pagos externos de corto plazo financiados. Son dos licencias que un programa económico en Argentina no se puede tomar. También que más del 40% de la economía produzca hoy menos que en 2023 y que cueste darlo vuelta en 2026.

MARTIN KALOS

Director de @EPyCAConsult

VERDE
Los avances en el proceso de estabilización del mercado cambiario, con un alto nivel de pragmatismo de parte del equipo económico. Faltan cosas (mayor flexibilidad, tendiente a una flotación administrada; salida del cepo cambiario para equilibrarnos en las regulaciones macroprudenciales que tienen que sostenerse siempre; la eliminación de las restricciones sobre la circulación monetaria, como un coeficiente de encaje bancario históricamente alto), pero ha habido avances importantes aprovechando fondeos "por única vez" (blanqueo, FMI, Tesoro estadounidense) en esa estabilización, que hay que profundizar durante 2026.
AMARILLO
La heterogeneidad. El desempeño económico es sumamente dispar, entre sectores económicos, entre hogares y entre regiones. Esa heterogeneidad a futuro implica agravar los problemas de una estructura social y productiva que ha sido muy vapuleada en las últimas décadas.
ROJO
La falta de una mirada de largo plazo. El Gobierno sigue planteando que su único rol es estabilizar la macro, sin atender la micro. Pero su idea de un plan de estabilización ignora también la evidencia empírica histórica a nivel mundial, donde los países que han estabilizado exitosamente han incorporado políticas productivas y de ingresos que permitieron a los distintos sectores de la economía entender hacia dónde se perfilaban las oportunidades de negocios, empleo e inversión del futuro..

HERNAN LACUNZA

Director de Empiria Consultores

VERDE
Veo la posibilidad de crecer dos años consecutivos por primera vez desde 2011 (excluyendo el rebote postpandemia) y consolidar la tendencia desinflacionaria.
AMARILLO
El bajo dinamismo del empleo privado.
ROJO
Las reservas netas negativas del Banco Central.

FERNANDO MARENGO

Socio y Chief Economist de BlackTORO

VERDE
La decisión del Banco Central de acumular reservas contra monetización de la economía. El Central dijo correctamente que toda la demanda de pesos por remonetización será abastecida mediante la compra de dólares, y los pesos emitidos no serán esterilizados. No es un esquema inflacionario porque lo que genera la inflación es el exceso de oferta de base monetaria.
AMARILLO
Como dije. El esquema anunciado es correcto. Pero ¿qué va a pasar con la demanda de dinero?. Si el escenario es que hay demanda de pesos porque hay confianza, la única forma que tiene la economía de inducir esa demanda de pesos es contra la venta de dólares, lo cual permitiría acumular reservas o que el Tesoro compre esos dólares. La duda es ¿y si no se recompone la demanda de dinero?
ROJO
Mi temor es qué pasa si la demanda de dinero no crece sino que cae, por posibles dudas que podría generar el nuevo esquema, donde el techo de la banda es endógeno y depende de la inflación pasada. Si hay caída de demanda de dinero, el tipo de cambio va al techo de la banda, y eso puede acelerar la inflación. Entonces, lo que va a pasar es que el techo en dos meses va a estar más alto que hoy y eso puede generar mayor incentivo a comprar dólares por parte de los argentinos. Este esquema podría generar deterioro en la demanda de dinero dado la expectativa o certeza de qué va a pasar con el techo de la banda a futuro.

MARTIN POLO

Jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros

VERDE
Agenda de reformas y dinamismo de la inversión. El avance de las reformas en el congreso con el gobierno decidido a mantener el equilibrio fiscal, permitirá seguir bajando el riesgo argentino y esto le dará mayor impulso a la inversión. Aspecto clave para que Argentina logre un sendero de crecimiento estable y duradero.
AMARILLO
Empleo y Consumo. El empleo no tiene un dinamismo que ilusione al tiempo que el poder de compra de los salarios sigue estancado y cayendo en el margen. Esto golpea al ingreso disponible de las familias e impide una mejora sostenida del consumo.
ROJO
Falta de reservas internacionales. Si bien la baja del riesgo país permitirá mayor ingreso de capitales, esto serían suficientes para compensar el déficit de la cuenta corriente y la dolarización de carteras -si bien esperamos que baje, tendrá la magnitud del superávit comercial-. El BCRA sumará reservas pero seguirán en nivel bajo. Esto expone a la volatilidad del mercado global y algún evento inesperado como una cosecha menor a la esperada.

GABRIEL RUBINSTEIN

Director Consultora YIER

VERDE
En 2026 vamos a tener presupuesto aprobado por el Congreso. También se discutirán otras leyes lo que permitirá que no se funcione en base a vetos.
AMARILLO
La ayuda de Estados Unidos está un poquito floja de papeles, en el sentido que es una ayuda bastante arbitraria y no sabemos bien en qué condiciones se va a producir, dado que Argentina necesita tener un paraguas externo por su fragilidad cambiaria. Me genera dudas también qué va a pasar con la industria, con algunas economías y un poco también la construcción. Son sectores que están castigados y no está claro que se pueda recuperar el empleo que perdieron en estos dos años. También me preocupa que se estén bajando las metas fiscales, que se habían convenido del 2,2% con el FMI y pasaron al 1,5% de superávit fiscal primario. Argentina necesita aumentar su superávit fiscal primario porque la carga de intereses va a ser creciente en el tiempo, así que las metas con el Fondo estaban bien y ahora veo que se están relajando.
ROJO
Si bien ahora mejora el esquema cambiario, yo lo veo muy frágil, muy dependiente de la ayuda de Trump. Pareciera que si no hay una ayuda concreta de EE.UU. enseguida podríamos entrar en una crisis cambiaria. Y yo no veo que el sistema se vaya a solucionar hacia el fin de año porque las metas de compra de dólares del Banco Central son muy débiles y Argentina necesitaría esquemas más robustos para superar su fragilidad cambiaria que hace al orden macroeconómico.

ALBERTO ADES

Economista - Director de Investigación y Estrategia en NWI Management (New York)

VERDE
Argentina llega a 2026 con un cambio de régimen macroeconómico clave: el equilibrio fiscal dejó de ser una meta y pasó a ser una restricción efectiva. Eso redefine el problema central —ya no cómo financiar desequilibrios, sino cómo crecer dentro de límites duros— y reduce el ruido financiero. La volatilidad retrocede y, con ella, reaparece una lógica más real: los bonos pagan, las acciones se miran por fundamentos y vuelven inversiones pequeñas pero genuinas. Argentina deja de ser un evento y empieza a ser una economía.
AMARILLO
El frente cambiario concentra las tensiones, agravadas por un nivel de reservas todavía bajo. Aunque el horizonte externo de largo plazo es más favorable, en el corto plazo el déficit de cuenta corriente se amplía y el tipo de cambio real aparece apreciado, erosionando competitividad antes de que la generación de dólares se consolide. Con acceso limitado al financiamiento, el riesgo no es un quiebre inmediato, sino una acumulación gradual de desequilibrios que termine forzando un ajuste abrupto.
ROJO
El mayor riesgo es externo. Argentina entra en 2026 en un entorno global fragmentado, con reglas inestables y menor previsibilidad. Los vaivenes del rumbo económico en Estados Unidos agregan una fuente de incertidumbre difícil de cuantificar y achican el margen de error. Para un país con baja resiliencia financiera y alta dependencia del contexto externo, ese escenario vuelve especialmente estrecho el margen de maniobra justo cuando intenta reconstruir credibilidad.

MARÍA CASTIGLIONI

VERDE
Reformas estructurales que pueden concretarse gracias al resultado electoral (no solo el respaldo popular sino también la composición legislativa, con el aumento de la bancada propia como los apoyos legislativos ligados al resultado) En particular, la reforma laboral, inocencia fiscal y la reforma tributaria, que se están empezando a discutir en el Congreso. Estas reformas, sumadas a las desregulaciones que siguen aplicándose, son muy relevantes para mejorar el clima de inversión.

El equilibrio fiscal como ancla cada vez más consolidada. Este punto es la condición necesaria para dar más confianza en la sustentabilidad de la deuda y en la política monetaria, ya que asegura que el tesoro nacional seguirá teniendo los recursos para pagar los gastos primarios y los intereses de la deuda.

Despejada la incertidumbre política, la normalización en la demanda de dinero y con un banco central que se ha ido saneando en su balance en estos dos años, se abre un escenario de posible ingreso de inversión real (rigi y otros) y financiera (financiamiento para el sector privado y rolover deuda). Las chances de un circulo virtuoso no son pocas y esto es clave en un país que tiene un historial de defaults y reestructuraciones que redujeron el mercado financiero y el crédito.

El 2026 tendrá muy probablemente una cosecha record con baja de retenciones, más actividad en minería, y energía con fuerte crecimiento, que van a seguir traccionando. A esto se sumarán obras de infraestructura privada.
AMARILLO
Consolidación fiscal en provincias y municipios: resultado fiscal y especialmente nivel de tasas e impuestos.

Como factor a monitorear, el grado de reducción del riesgo país, que va a ser clave para que el tesoro pueda seguir colocando deuda a tasas más bajas. Lograr esto dará margen al BCRA para acumular reservas en línea con el anuncio reciente.

Ligado a esto y dada la elevada dolarización de la economía, la reacción de la demanda de pesos, elemento clave para sustentar la política de compra de reservas del BCRA en un contexto de desinflación.

Un desafío importante para 2026 es la baja de la inflación, en un contexto las reformas macroeconómicas permiten esperar que ello ocurra, pero requiere que en el proceso las expectativas se vayan alineando.
ROJO
Grado de reacción / reacomodamiento / reconversión de sectores productivos que funcionaban al calor de las protecciones (economía cerrada, cepo, subsidios).

Dado lo anterior, la dinámica del salario real y el empleo en este proceso de ordenamiento macro, dada la pobreza estructural y las rigideces acumuladas.