La llegada del nuevo ministro de Defensa a las Fuerzas Armadas no fue sin sus contratiempos: el suicidio de tres efectivos del Ejército dejó bajo fuego a el teniente general Carlos Presti, quien hasta hace poco era el jefe de esa fuerza. Qué pasos está siguiendo la nueva gestión y cómo incide la grieta interna.

“Quiero conmemorar a los dos integrantes del Ejército y al integrante de Gendarmería que lamentablemente perdieron la vida esta semana”, sostuvo el presidente Javier Milei el jueves pasado en el Colegio Militar de la Nación, durante la entrega de sables y medallas a los oficiales de la promoción 2025 del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.

Poco antes se conocía la muerte del soldado Rodrigo Gómez, el granadero de 21 años que se habría suicidado cumpliendo guardia en la Quinta de Olivos. Dos días más tarde, trascendía la pérdida del suboficial principal Juan Pereira, de 48, en la Guarnición de Ejército Monte Caseros, Corrientes; y la del gendarme Diego Matías Kalilec, de 21, al que encontraron ahorcado con una sábana en la casa que alquilaba en Santiago del Estero.

Presidencia

En el mismo momento que Milei daba su discurso en Buenos Aires, en Mendoza fue hallado sin vida por su familia el soldado voluntario Facundo Gabriel Lima.

El caso que más resonó fue el de Gómez, quién habría dejado una carta de despedida donde listó una deuda de dos millones de pesos con distintas entidades financieras como partes de las razones que lo habían llevado a tomar esa resolución.

Fuentes internas en el Estado Mayor Conjunto (EMCO) indicaron en diálogo con El Cronista que luego de los tres suicidios el ministro de Defensa puso en alerta a las tres fuerzas. “Hay una bajada de línea, de ponerse en alerta y hacer campaña dentro de las fuerzas”.

El tema lo estaría llevando la sanidad conjunta, que depende del EMCO, aunque esa dependencia todavía se encuentra en un limbo técnico por el recambio de manos. Lo único concreto es la orden de la cúpula del Ministerio para que las fuerzas estén atentas con sus equipos psiquiátricos y psicológicos listos.

Oscar Santiago Zarich, actual jefe del Ejército y compañero de promoción de Presti.
Oscar Santiago Zarich, actual jefe del Ejército y compañero de promoción de Presti. Ejército Argentino

Fuentes de la Armada sostuvieron, en diálogo con este medio, que ya hay resentimientos en esa Fuerza por el manejo de Presti sobre el EMCO. La jefatura se la dieron a la Armada, pero el vicejefe y el comandante operacional son ambos son del Ejército, la misma arma a la que pertenece Presti.

“Presti blindó el Ministerio y todo lo decide y comunica solo a través de oficiales del Ejército eso ya comenzó a causar malestar entre las otras dos fuerzas e incluso en el EMCO. Al jefe del EMCO le puso a dos generales para tabicarlo”, indicaron.

El problema principal que surgió para Presti es que los soldados comenzaron a hablar. “No son militares de carrera, ni aspiran a jubilarse”, contó la misma fuente a este medio.

El fin de semana circuló el video de un soldado que pedía por la situación económica de su salario y la falta de atención en la obra social de las Fuerzas, IOSFA. “La tropa voluntaria empieza a hablar de que no comen, la obra social no los atiende, si no hay medicamento para los de carrera, al soldado voluntario no le dan bola”, indicaron voces allegadas a la Armada a este medio.

Actualmente, un soldado voluntario de segunda gana 610.510 pesos por mes y un soldado voluntario de primera roza los $659.720.

Además, quedó al descubierto que los estudios clínicos no fueron los mejores. “Presti habla de reforzarlos, pero inquieta que estos pibes hablen y la preocupación de que se vuelva una epidemia”.