

La inversión extranjera directa en la Argentina creció 253% en 2017 respecto del 2016 debido a que durante el primer año de gestión de Mauricio Macri hubo una fuerte salida de utilidades tras la liberación del cepo cambiario. Aún así, hubo inversión genuina, especialmente en sectores energéticos.
De todas maneras, las perspectivas para este año de los analistas son cautas debido al fuerte freno de la actividad económica. No imaginan un crecimiento de la inversión extranjera. Incluso, sin todavía el impacto recesivo, el primer trimestre ya mostró una caída en la IED respecto del mismo período del año pasado, según el Indec.
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) difundió ayer el informe con los datos de todos los países y confirmó que la Argentina recibió, en 2017, u$s 11.517 millones de inversión extranjera directa. El número de 2016 había alcanzado los u$s 3.260 millones, por lo que el país multiplicó por tres la entrada de capitales productivos el año pasado, según el documento. La Cepal destacó la posición clave en la explotación de litio que tiene el llamado "triángulo del litio", conformado por la Argentina, Bolivia y Chile, que cuenta con la mitad de los recursos identificados en el mundo: el 18% se encuentra en el país; 17% en Bolivia y 16% en el país trasandino. "En los últimos dos años el precio del litio ha mostrado una fuerte tendencia creciente, con incrementos del 16% en 2016 y del 60% en 2017. Este escenario ha impulsado el interés de las firmas transnacionales por la explotación de litio en la región: en la Argentina han emprendido nuevos proyectos firmas canadienses", señaló el informe.
Sin embargo, las inversiones en el país representan solamente el 4% del total de la región, muy por detrás de Brasil, México, Colombia y Perú. A nivel regional, la inversión cayó 3,6% y totalizó u$s 161.673 millones. Para Marcelo Elizondo, de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), "si bien los flujos de inversión se están normalizando en la Argentina, este es un año de transición y de ajuste, por lo que se puede esperar para el 2018 una cifra similar a la del año pasado, pero no crecimiento". "Mis expectativas son moderadas. La Argentina debería estar recibiendo más inversión extranjera directa, y si bien este año es difícil, en el mediano y largo plazo deberíamos ver crecimiento de los flujos", enfatizó el analista.
El informe de la Cepal aclara que el país retornó a valores similares al promedio de inicios de la década de 2010. Según especificó, "el crecimiento de la reinversión de utilidades, que por cambios regulatorios había caído de forma sustantiva en 2016, y el aumento del flujo de préstamos entre compañías originaron la suba, mientras que la inversión correspondiente a aportes de nuevo capital se redujo". Las empresas de la Argentina mantuvieron su atractivo como objetivo de fusiones y adquisiciones, en particular en los sectores de la minería y los servicios, señaló el informe.
Los datos del primer trimestre de este año muestran que la IED alcanzó los u$s 2.950 millones, contra u$s 3.500 millones del mismo período de 2017. La reinversión de utilidades subió (de u$s 1170 millones a u$s 2215 millones), pero cayeron fuerte la colocación de deuda de las empresas y los aportes de capital. Según explicó el economista de Ferreres & Asociados, Fausto Spotorno, el número del primer trimestre estuvo, en promedio, en línea con el 2017, pero "durante el año la IED se va a ir frenando por la retracción económica". "No imagino un año con utilidades en las empresas", aclaró.













