Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, hijo de un matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio (empleado ferroviario) y Regina (ama de casa). El argentino, a partir de ahora Francesco I, será el primer pontífice jesuita y latinoamericano.

A los 21 años (en 1957) decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita.Y ahora es Papa.

Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. A partir de entonces hizo una larga carrera dentro de la orden de la cual llegó a ser “provincial” desde 1973 hasta 1979, ya durante la Dictadura cívico-militar argentina.

Jorge Bergoglio, el primer Papa jesuita de la historia del catolicismo, es un sacerdote argentino de hábitos monacales que no duda en atacar al poder político, aunque paradójicamente su actuación en ese terreno le deparó el capítulo más amargo de su vida clerical.

Reservado, poco afecto a lo mediático, preocupado por la marginación social, el nuevo Papa llamado Francisco I gobernaba con firmeza la arquidiócesis de Buenos Aires y proyecta un pontificado sin sorpresas en los desafíos que la sociedad moderna plantea a la Iglesia como la sexualidad, el divorcio, el aborto o la bioética.

Una de sus biógrafas, Frascesca Ambrogetti, lo describe como una "personalidad absolutamente moderada. Es absolutamente capaz de hacer la necesaria renovación (en la Iglesia) sin saltos en el vacío".

"Sobriedad y austeridad es su estilo de vida. Viaja en subte (metro), en colectivo (autobús), los viajes a Roma los hace en clase turista", describió Ambrogetti. Suele guardar para sus escasas apariciones públicas discursos cargados de palabras duras tanto para los políticos como para la ciudadanía, señalando la pobreza masiva, la marginación y la desigualdad social que vive Argentina.

Según medios de prensa internacionales, Bergoglio había sido uno de los cardenales más votados en el Cónclave del 2005 que convirtió a Joseph Ratzinger en Benedicto XVI.