

El Ministerio del Interior confirmó que la eventual reimpresión de todas las Boletas Únicas de Papel (BUP) en la provincia de Buenos Aires tendría un costo estimado de 12.169 millones de pesos, según surge de la respuesta oficial remitida por el ministro Lisandro Catalán a la Junta Electoral Nacional, en el marco del expediente CNE Nº 9794/2025.
El oficio fue firmado el pasado martes y detalla la información técnica y presupuestaria que requirió la Justicia electoral luego de la baja del candidato José Luis Espert y de la posibilidad de tener que reemplazar las boletas ya impresas.
El monto surge de los cálculos de CORASA (Correo Oficial de la República Argentina S.A.), empresa encargada de coordinar la producción, distribución y logística electoral.
En el documento, Interior informó que el área cuenta con crédito presupuestario suficiente para afrontar la eventual reimpresión, aunque aclaró que sería necesario realizar una "readecuación de partidas" para cubrir el gasto.
También señaló que no haría falta un nuevo proceso licitatorio, ya que bastaría con firmar una adenda al convenio vigente entre la Vicejefatura de Gabinete del Interior y el Correo Oficial.
En cuanto a la ejecución, el ministerio precisó que la tarea recaería en cuatro grupos de imprentas previamente adjudicatarios: DP Argentina S.A.; Su Papel S.A. - Ramón Chozas S.A. (UT); Boldt Impresores S.A. - IPESA (UT); y Artes Gráficas del Litoral S.A. - Impresora Print S.A. - Oportunidades S.A. - Gestión Compartida S.A. (UT). Estas firmas disponen en conjunto de seis plantas productivas con capacidad para imprimir los más de 3,3 millones de ejemplares por lote que requiere el distrito.

Según el cronograma tentativo elaborado por CORASA, el proceso completo -desde la aprobación del modelo definitivo de boleta hasta su entrega en el distrito- demandaría cinco días hábiles por lote, considerando el total de imprentas trabajando en simultáneo.
La respuesta oficial fue elevada a la Junta Electoral Nacional de la Provincia de Buenos Aires, que deberá resolver si ordena o no la reimpresión, una decisión que implicaría un gasto millonario y un desafío logístico a pocas semanas de las elecciones generales.













