Las represas hidroeléctricas ubicadas en los ríos Limay y Neuquén parecían convertirse en otro caso emblemático del péndulo argentino. La concesión de las mismas expiró en 2023, pero la licitación para encontrarles nuevos dueños recién avanzó rápido durante el último mes.
Economía esperaba conseguir u$s 500 millones por la concesión de cuatro represas durante 30 años. Pero hoy se presentaron las ofertas económicas y el ministro de Economía, Luis Caputo, se aseguró -al menos- u$s 683 millones, en caso que sean elegidas las ofertas más altas presentadas para cada una de las represas.

La puja fue por los complejos hidroeléctricos de Alicurá (genera 1050 MW) actualmente operada por AES Argentina; El Chocón (1418 MW) y Arroyito (120 MW), a cargo de Enel Generación; Planicie Banderita (472 MW), que era operada por Oroazul Energy y Piedra del Águila (1440 MW), a cargo de Central Puerto.
Por Piedra del Aguila, la oferta más alta fue la presentada por Central Puerto, que prometió u$s 245 millones. De esa forma, se convertiría en la ganadora. Un paso atrás, están las propuestas de Pampa y Edison (un interesado que nadie vio venir) por u$s 205 millones. La italiana Enel -dueña de Edesur- propuso u$s 170 millones.
MSU, la empresa de Manuel Santos Uribelarrea, se mostraba como la gran ganadora, ya que se quedará con do de las represas licitadas.
En El Chocón, ofreció u$s 235,6 millones. De esa forma, superó a Genneia, que quería pagar 223,8 millones. En su intento por ingresar a esta clase de energía, Genneia se fue con las manos vacías. MSU, que nació como agropecuaria, se viene expandiendo en energía.
En esa represa, Enel tentó con u$s 172,2 millones, Pampa con u$s 125 millones y Edison -un grupo donde se destaca la familia Neuss, muy cercana a la Casa Rosada- ofreció u$s 120 millones.Costanera fue con la propuesta más baja, de u$s 110 millones.
En Edison se armó un conglomerado particular: la familia Neuss (que está en distintos negocios y en la campaña presidencial jugó fuerte para Milei), la dupla Rubén Cherñajovsky y Luis Galli (Newsan), más Inverlat -el fondo de inversión encabezado por Guillermo Stanley Federico Salvai (esposo de la exministra de Desarrollo Social de Macri, Carolina Stanley), cuyo insignia es Havanna, pero también tiene operaciones de electricidad.
Y ese grupo se quedó con Alicurá, que estaba en manos de la estadounidense AES. Edison ofertó u$s 162,04 millones, mientras que AES propuso pagar u$s 130 millones. Tercer quedó MSU, con u$s 126,6 millones. Costanera tenía u$s 120 millones, un paso atrás estuvieron Pampa (u$s 88 millones) y Enel.
MSU compró Planicie Banderita a poco de iniciado el proceso licitatorio. De esa forma, cumplió con el requisito de tener “experiencia” en la operación de centrales hidroeléctricas, que es una de las condiciones establecidas por Energía para poder participar de la compulsa. La otra fue la demostración de solvencia patrimonial, donde las compañías deben mostrar garantías con un piso de u$s 100 millones.
Con u$s 41,6 millones, MSU retiene esa represa, en la que también se presentaron Edison (u$s 38 millones) y Enel (u$s 30 millones).
Central Costanera, que comparte socios con con Central Puerto (la familia Miguens y Eduardo Escasany, dueño del Banco Galicia) también resultó ganador.
IPS Renewal, desconocida en el mercado local y de capitales centroamericanas, fue excluida del proceso por no cumplir con los antecedentes técnicos.
La consigna de Economía era que ganaría el oferente con la oferta más elevada o con más de 10% de diferencia con la propuesta que le sigue.
En el cronograma oficial, la preadjudicación sería el próximo martes 2 de diciembre.
En Economía deslizaban, por lo bajo, que los u$s 500 millones buscados originalmente iban a terminar más cerca de los u$s 700 millones. El número final es u$s 683 millones.
Alicurá es la represa hidroeléctrica de esta zona de confluencia entre Río Negro y Neuquén. La represa fue de la estatal Hidronor, que en 1993 la concesionó al fondo Southern Cross. En 2000, la estadounidense AES compró esa operación.
La generación eléctrica proveniente de estos ríos se remunera a menos precio que la proveniente de generación térmica (alimentada a gas). Pero a las operadoras les sirve porque es una fuente de energía “limpia”, algo que se ve bien cuando las empresas salen a buscar préstamos internacionales.
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