En esta noticia

El Gobierno anunció esta semana que, a partir del 1° de enero de 2026, comenzará un nuevo capítulo en la política monetaria y cambiaria. En ese sentido, el Banco Central (BCRA) confirmó que las bandas de flotación del dólar se actualizarán en base por inflación mensual, con un rezago de dos meses.

“A partir del 1° de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria evolucionarán cada mes al ritmo correspondiente al último dato de inflación mensual informado por INDEC”, comunicó la máxima autoridad monetaria. Esto significa que en las próximas semanas ya no se ajustarán diariamente al 1% mensual.

Ahora bien, más allá de calibrar el esquema, la entidad que preside Santiago Bausili precisó que modificará el ritmo de acumulación de reservas internacionales. Según explicaron, esta decisión estará ligada al comportamiento de la demanda de dinero y al nivel de liquidez en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).

Hace dos semanas, en el “Evento de Líderes de El Cronista”, el presidente Javier Milei sostuvo que si el BCRA “compra dólares, sube la inflación”.

Sin embargo, la hoja de ruta cambió y la actual administración tomó nota sobre las sugerencias del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Banco Central, a partir del 1° de enero, podría comprar -dentro de la banda- hasta el 5% del volumen operado cada día en el mercado. También podría llevar adelante compras de grandes volúmenes (en bloque).

El Gobierno ajustará las bandas (piso y techo) en base al índice de inflación mensual
El Gobierno ajustará las bandas (piso y techo) en base al índice de inflación mensual

Sin embargo, después del anuncio, surgió un tema de debate entre los economistas: por el cambio de expectativas respecto a la compra de dólares, ¿la desaceleración de la inflación va a ser “más lenta” a partir de enero?

Las respuestas difieren. “La mayoría, aparentemente, estábamos bastante de acuerdo en que no había que poner tanto énfasis en reducir la inflación a toda costa, sino esperar un poquito, suavizar un poco la tendencia”, apuntó en off the record un economista de amplia trayectoria.

Considera, además, que salir a comprar dólares y abrir un poquito la banda, especulando que el tipo de cambio suba, ”podría alimentar levemente la inflación".

“La economía está un poco caída como para pensar que puede haber valoraciones fuertes o que eso se traslade mucho a precios”, aclaró.

Esto mismo refleja un reciente informe que difundió la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En los últimos meses, la devaluación del tipo de cambio no incidió de manera significativa en el Índice de los Precios al Consumidor (IPC).

“Un elemento que podría explicar un pass-through bajo es que la economía experimenta una retracción en el consumo que obliga a distintos sectores a no modificar los precios“, subraya el documento, que también menciona que la política fiscal y monetaria habría contribuido a un menor traspaso. Pese a ello, no descartan que los saltos del dólar tengan efectos inflacionarios a futuro.

Otro aspecto relevante que añade la UBA es que “los dólares financieros, que algunos oferentes de productos transables toman como referencia al fijar precios al consumidor, aumentaron muy por debajo del tipo de cambio oficial, ya que con la implementación del régimen de bandas la brecha se contrajo desde la zona del 25% a cerca de 0%”.

¿La compra de reservas, en algún punto, afecta el proceso de desinflación?

La medida que adoptó el Banco Central no busca “empujar” al alza al tipo de cambio. Así lo analiza el economista y director de la consultora C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia.

“Lo que están haciendo ahora es decir que el Banco Central va a comprar dentro de la banda. No creo que ellos estén apuntando con estas medidas a aumentar el ritmo del tipo de cambio”, marcó.

En resumen, el Gobierno se comprometió a comprar dólares dentro de la banda, pero Tiscornia entiende que “no necesariamente podría empujar al alza al tipo de cambio” y, por consiguiente, no habría un impacto directo en el proceso de desinflación, una de las prioridades que tiene la gestión mileísta para su plan de estabilización.

“Como siempre, vamos a mantener el ancla fiscal; inevitablemente Argentina va a converger a una inflación internacional. Por lo tanto, el nivel de crawl va a ser más bajo que el 1%“, afirmó el ministro de Economía, Luis Caputo, en diálogo con el streaming Carajo.

Al respecto, el economista y director de Rafaela Capital, Fernando Camusso, consideró -al igual que Tiscornia- que la desaceleración de la inflación no necesariamente depende del nuevo esquema de bandas. “En todo caso dependerá de la calibración [de las bandas] y de cómo repercute eso en la remonetización de la economía“, remarcó.

Precisamente, una de las “patas” de la nueva fase del programa monetario y cambiario radica en este punto: la economía necesita que se liberen pesos. El BCRA prevé un aumento de la base monetaria al 4,8% del PBI para diciembre de 2026, lo cual permitiría “la compra de u$s 10 mil millones sujeta a la oferta de flujos de la balanza de pagos”.

A esto discusión sobre el ajuste de bandas se podría añadir el factor de la inercia inflacionaria, dado que el Gobierno resalta que la inflación va a seguir desacelerándose y esto permitiría, en todo caso, tener un tipo de cambio real más competitivo.

“Si las bandas se ajustan al 2,5% [por el dato de inflación de noviembre] y suponiendo que lo mismo hace el tipo de cambio, y después, finalmente, la inflación va descendiendo, lo que vas haciendo es ganar competitividad cambiaria”, consideró el economista y director de Analytica, Claudio Caprarulo.

Por caso, Camusso opinó que “en la medida en que vos recomponés la demanda de dinero y la estabilizás, la inflación no tiene por qué complicarse por haber ajustado las bandas en términos reales”.

Caprarulo sumó que el BCRA va a ir a demandar dólares porque quiere acumular reservas internacionales. “En una oferta fija, eso lo que te va a determinar es que vos tengas un precio más alto. Al menos en un principio va a haber más presión sobre el tipo de cambio. De todas formas, nos parece que es un buen primer paso y un giro necesario”, objetó el director de Analytica.

En síntesis, la compra de dólares, sumada a una potencial dinámica alcista sobre el tipo de cambio, no se traducirían, necesariamente, en un impacto inflacionario. La dinámica de los precios al consumidor dependerá, según los economistas consultados, de la capacidad de la economía para absorber pesos.

El Gobierno apunta a "un tipo de cambio real más competitivo", según Caprarulo
El Gobierno apunta a "un tipo de cambio real más competitivo", según Caprarulo

Tal como señaló el BCRA, la acumulación de reservas estará atada a la evolución de la demanda de dinero. Si bien es cierto que comprar dólares implica inyectar pesos en la calle, la entidad que preside Bausili lo hará solo si la actividad económica así lo demanda.

Por ello el Gobierno modificó dos aspectos clave de su plan de estabilización. Pero sobre todo, hay uno de ellos que “no quiere tocar”: el proceso de desinflación.

“Para mitad del año que viene o cerca de agosto, la inflación va a converger a 0 y algo... seguro va a empezar con 0″, prometió Milei en una entrevista que concedió al streaming Carajo.