

El oficialismo hará este martes un último intento para intentar aplazar la firma del dictamen del proyecto del Presupuesto 2026, con la intención de tratarlo después del 10 de diciembre cuando ya asuman la nueva conformación parlamentaria con mayor cantidad de legisladores afines.
Este 4 de noviembre se cumple el emplazamiento impulsado por la oposición para firmar dictamen del Presupuesto, en un intento por presionar al oficialismo para que no se cumpla un tercer año sin tener una hoja de ruta de gastos.
La oposición no dialoguista tiene el número en la comisión de Presupuesto y Hacienda que comanda Bertie Benegas Lynch para sacar dictamen del proyecto elaborado por Nicolás Massot, de Encuentro Federal, con firmas combinadas entre Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Coalición Cívica y FIT, por lo que los libertarios buscan activar algún mecanismo para postergar la instancia de tratamiento.
Uno de los requerimientos de la oposición más cercana es que en el llamado a extraordinarias que ya se anticipó, se incluya de manera formal el proyecto de Presupuesto 2026 para que no haya sorpresas. También reclama que se incluya la cobertura para las leyes de emergencia en Discapacidad, universidades y la emergencia en pediatría (Garrahan). Se suman algunas negociaciones políticas por cargos clave como las vacantes en la Auditoría General de la Nación (AGN).
El presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem participó este lunes de la reunión de Gabinete, en el marco de estas negociaciones con distintos sectores, incluidos los gobernadores, para poder arribar a un entendimiento que deje conforme a la mayor cantidad de involucrados, sin perder de vista la meta del "déficit cero".
Menem viene manteniendo reuniones con una mesa chica de legisladores y referentes del Palacio de Hacienda, en este caso Carlos Guberman, para intentar pulir el detalle del proyecto del oficialismo junto a los dialoguistas. Precisamente este lunes hubo otro encuentro antes de la fecha clave en donde se reforzó esta estrategia del oficialismo.

Unión por la Patria se negó desde un comienzo a participar de estas reuniones, y en esta oportunidad tampoco estuvieron los referentes de Democracia para Siempre ni de Encuentro Federal, confirmaron fuentes parlamentarias.
El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo prevé una meta de superávit fiscal de 1,5% del PBI. Sin embargo, sectores opositores propusieron reducirla a 0,9 puntos para contemplar el financiamiento de esas tres normas votadas durante el año. Massot mantiene en pie el dictamen alternativo, aunque su espacio Encuentro Federal quedará prácticamente sin representación en el nuevo Congreso, lo que le deja poco margen de maniobra.
En el oficialismo, en cambio, descartan cualquier modificación sobre la meta fiscal. La línea que prevalece en Economía es que el Presupuesto constituye una autorización de gasto y no una obligación, por lo que no se considera necesario ajustar los parámetros macroeconómicos para contemplar las leyes mencionadas.
Aunque todavía no hay fechas definidas, en el oficialismo dan por hecho que las extraordinarias se concretarán entre diciembre y febrero. La intención es mostrar una señal política antes del recambio legislativo y utilizar la convocatoria como carta de negociación para frenar el dictamen opositor.
Según fuentes parlamentarias, el aplazamiento se discutirá mañana en el marco de la comisión de Presupuesto y Hacienda, donde el oficialismo buscará asegurarse el respaldo de los bloques dialoguistas. De no prosperar, la oposición podría avanzar con un dictamen propio y abrir un nuevo frente de tensión en la Cámara baja.
Mientras tanto, la expectativa se concentra en la respuesta del Poder Ejecutivo. Si el llamado a extraordinarias se confirma en los próximos días, el Gobierno podría reordenar el debate en torno al Presupuesto 2026 y trasladar la discusión a un terreno más favorable.












