Después de la derrota electoral, los funcionarios del gobierno de Javier Milei redujeron sus apariciones públicas. Van a menos lugares, quizás porque no quieren dar muchas explicaciones de los sacudones económicos. Tanto el lunes como el viernes fueron días complicados para el dólar.

Pero hubo una aparición pública particular, que reflejan tal vez lo enfrascado que están algunos referentes del Gobierno en su propio mundo, el 2 de septiembre se realizó la cena de recaudación de fondos para becas de la Universidad de San Andrés. El orador central fue el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, entrevistado por el periodista José Del Río.

En un contexto académico y relajado, el funcionario, profesor en uso de licencia en la institución, empezó a hablar de la situación política. Dijo que la difusión de audios que hablaban de corrupción en el Estado era una operación como había sido el caso Maldonado en el gobierno de Macri. La gente se miraba en las mesas. También le apuntó a la Organización Techint por el precio del acero mientras su líder, Paolo Rocca, escuchaba en primera fila.

Incluso, hasta hizo pasar al escenario a un grupo de estudiantes, en algún caso incluso exalumnos suyos, para que extendieran la lista de recortes y despidos en una hoja muy larga que busca resaltar lo profundo del ajuste que está llevando adelante, un acting que viene desarrollando en sus últimas exposiciones.

La incomodidad de todos fue tal que al día siguiente, el rector de la casa de altos estudios, Lucas Grosman, debió hablarles a los profesores y al resto de la comunidad para pedirles disculpas por el tono político extremo que había tenido el mensaje del académico al que el Presidente bautizó como "el Coloso".

Sturzenegger sorprendió con un discurso político en un ámbito académico.
Sturzenegger sorprendió con un discurso político en un ámbito académico.

Después de la derrota oficialista del domingo en la provincia de Buenos Aires, un nuevo fantasma cruza los procesos de decisión de grandes inversiones que el Gobierno está esperando con ansias desde que asumió. ¿Podrá un presidente más débil pasar reformas o hacer cambios regulatorios necesarios para que los proyectos se concreten?

El miércoles hubo una reunión en el edificio anexo del Congreso en la que quedó planteado un ejemplo concreto de esas cavilaciones del mundo corporativo a partir del triunfo peronista en el principal distrito del país.

Las comisiones de Minería y Energía del Senado y la Cámara de Diputados llevaron a cabo la jornada titulada "La Minería en Argentina: Desafíos y Oportunidades", con la participación de la Secretaría de Minería de la Nación, la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (CAPMIN), además de otros representantes del sector público y privado.

Allí, los gerentes de las principales empresas con planes de extraer cobre, oro y plata en la Argentina y que en algunos casos han conseguido ingresar al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, reiteraron condición para hundir fondos en la Argentina: que se limite el impacto o se derogue totalmente la Ley 26.639 de preservación de los glaciares, que prohíbe la actividad en las zonas inventariadas.

Proyecto minero Josemaría, en San Juan.
Proyecto minero Josemaría, en San Juan.

Si bien se trata de un reclamo histórico de las multinacionales mineras desde que se sancionó la norma en 2010, lo que contaban en el encuentro encabezado por el senador radical Flavio Fama y por el diputado peronista Walberto Allende es que los lobbistas del sector habían recibido la promesa de la Casa Rosada de que habría novedades sobre este tema para junio de este año, y que hasta ahora no había pasado nada.

"Con una derrota por 14 puntos en la Provincia, ¿te imaginás al jefe de Estado modificando o derogando esta ley por decreto?", decían en el Salón Azul donde se convocaron los principales actores del rubro.

En especial, las mineras pretenden que se acote la definición del concepto de "zona periglaciar", que aparece en el segundo párrafo del artículo 2 de la norma.

Es el apartado que dice: "Se entiende por ambiente periglaciar en la alta montaña, al área con suelos congelados que actúa como regulador del recurso hídrico. En la media y baja montaña al área que funciona como regulador de recursos hídricos con suelos saturados en hielo".

La queja de los ejecutivos mineros es que esa definición deja abierta la puerta a que en cualquier momento del desarrollo de un proyecto minero que puede extenderse por décadas alguien puede presentarse y pedir en la Justicia que una determinada zona pase a ser considerada "periglaciar" y frene el negocio.

"Con esa redacción todo puede ser periglaciar", es la frase con la que intentan instalar en la agenda el reclamo. "Es muy difícil creer que el Gobierno va a tener la fortaleza para hacer esas modificaciones", afirmaba otro referente de los proveedores.

Luis Lucero, secretario de Minería.
Luis Lucero, secretario de Minería.

El comentario de hecho se lo hicieron llegar al secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, presente en la jornada. "Antes era un pedido puntual de algunas empresas, pero ahora se subieron todas al pedido de ese cambio regulatorio como necesidad para llevar adelante los proyectos", explicó uno de los presentes. Y la pregunta se repitió: "¿Tiene Milei ahora el capital político para hacer estos cambios?"

Tanto las empresas mineras como el influyente sector de los proveedores también hicieron oír otro pedido a contramano del relato oficial: la necesidad de que haya infraestructura vial y eléctrica para poner en marcha campamentos como los que implican la explotación de minas metalíferas. Sin eso, es difícil que los desembolsos comiencen.

En total, unos once proyectos mineros pidieron ingresar al RIGI, de los cuales ocho son de cobre y sólo tres (Los Azules, de la canadiense McEwen Copper Inc, subsidiaria de la norteamericana McEwen Mining, y Pachón y Agua Rica, de la suiza Glencore) suman unos US$15.900 millones. Ninguno sin embargo comenzó a bajar el dinero y movilizar trabajos, a la espera de las últimas garantías como las que se esbozaron esta semana.

La duda del "Milei débil" es también lo que asomó en Italia, durante la visita del presidente de YPF, Horacio Marín, a la feria Gastech, la mayor conferencia y exposición mundial sobre gas natural, GNL y energías, que se desarrolló en la ciudad de Milán.

Mientras disertaba en el panel "Vaca Muerta Rising: Powering a New Energy Future", John Defterios, que oficiaba de moderador, sacó a relucir su trayectoria de periodista en la CNN durante 13 años y sorprendió al petrolero argentino.

Horacio Marín entrevistado por John Defterios en Milán.
Horacio Marín entrevistado por John Defterios en Milán.

"Hubo una elección local en Buenos Aires con una diferencia amplia", introdujo y le pidió un análisis para los inversores que esperan que "el liderazgo de Milei se prolongue en la Argentina". Incómodo, Marín respondió: "La Argentina tiene un gran cambio, la macroeconomía está bien y son inversiones de largo plazo".