Las lluvias que se registraron en vastas zonas del país en los últimos días cayeron como un bálsamo en los preocupados productores de cultivos trigo, y de esa manera, revierten el déficit hídrico que hasta hace muy poco ponía en riesgo la cosecha de los cultivos de invierno.

Así lo revela el Panorama Agrícola Semanal (PAS) que hoy difundió la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), poniendo el acento en el escenario favorable que se presenta ahora a este cultivo, el tercero en importancia para el país y clave para el ingreso de divisas en el verano cuando se desarrolla la cosecha fina.

"Estas lluvias revierten el escenario de déficit hídrico que hasta hace pocos días comprometía el desarrollo del trigo", señala la Bolsa de Cereales porteña.

Y aclara que la mejora en la oferta hídrica "no sólo estimula el crecimiento del cereal, también favorece su desarrollo, promueve su recuperación de forma oportuna durante etapas críticas sobre el centro de la región agrícola y, hacia el sur, permite retomar las labores de refertilización durante los estadíos de macollaje".

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta una campaña de trigo 2021/22 de 19 millones de toneladas, luego de que el ciclo anterior terminara con 17 millones de toneladas. Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario estima que podría llegar a 20,1 millones.

En las últimas horas cayeron entre 30 y 50 milímetros sobre más del 70% de la región agrícola central del país y la provincia de Buenos Aires, la principal área triguera, señaló Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA).

"Esta lluvia habilita un panorama mucho más interesante. Esto tranquiliza y mucho", destacó el experto, y agregó que "si no aparece una situación de granizo o helada tardía, debería haber una muy buena fina (campaña de trigo y cebada) con este evento climático".

Un dato interesante es que luego de un invierno más seco de lo habitual en el hemisferio sur, las precipitaciones llegaron en un momento clave para el desarrollo del trigo en la Argentina.

El período de cosecha comienza en noviembre, de modo que aún hay tiempo para mejorar el crecimiento de los granos, pero hasta estas lluvias la preocupación se había adueñado de los productores, debido a las escasas precipitaciones en los últimos meses.

Con estas lluvias el 58,9% del área estimada de trigo se encuentra bajo condición hídrica adecuada-óptima, esto representa 10,5 puntos porcentuales por encima de la semana anterior.

Así, las precipitaciones registradas alivian el escenario de déficit hídrico de forma oportuna sobre todo en el centro del área agrícola, donde se estima que un 20% del área sembrada transita etapas críticas de encañazón.

Septiembre también podría traer buenas noticias para los productores, dado que para la próxima semana la Bolsa de Cereales porteña anticipa nuevas precipitaciones en las principales áreas agrícolas del país.

Y ayudará también en las tareas de implantación de maíz correspondientes a la campaña 2021/22, que comienza a sembrarse este mes. La Bolsa de Comercio de Rosario estima un área sembrada de 7,8 millones hectáreas.

"Los que empiezan con maíz temprano, si tienen ahora unos días de buenas temperaturas, se van a largar (a sembrar) sin dudas. Son lluvias excelentes para eso también. Con una lluvia más en septiembre que se puede dar en la segunda quincena, ese maíz va a arrancar bien", consideró Heinzenknecht.