Poco después de que Estados Unidos confirmara que pondrá en marcha un swap de monedas por u$s 20.000 millones con la Argentina, Javier Milei dio este miércoles su discurso anual en el marco de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.

En su presentación, en la que se alineó con Estados Unidos y volvió a repartir críticas contra el organismo internacional, el argentino planteó un "problema específico" que enfrentan todos los países modernos.

" En todo el mundo se está planteando una contradicción entre el presente y el futuro, un problema de índole política, económica y filosófica, en cuya respuesta se juega el destino de la humanidad toda El mundo entero parece estar estancado en el confort del presente, los dirigentes parecen hacer todo lo que está a su alcance para mantener el status quo heredado, incendian el futuro para mantener caliente el presente", arremetió, y cargó contra la casta política que "sacrifica el futro de mayor crecimiento para ganar votos".

"Es necesario encontrar un equilibrio para que el pan de hoy no signifique hambre para mañana, y así poder garantizar un incremento sostenido del bienestar, algo que los economistas llamamos crecimiento económico. Dicho crecimiento a veces se podrá sentir lento y a veces podrá verse frenado momentáneamente porque el progreso nunca es lineal. Pero la diferencia entre crecer 0% y crecer 2% a largo plazo es la diferencia entre el estancamiento y la prosperidad", sostuvo.

Además, y al igual que el año pasado, cargó contra la ONU por "ir creando capas sobre capas de organismos hasta crear una hipertrofia de organizaciones poco efectivas para solucionar problemas" y subrayó los "malos resultados" de la denominada Agenda 2030.

"Por eso la Argentina decidió apartarse de este proceso, por no compartir los fines del mismo. Es mi deber admitir sobre este mal porque en nuestro país venimos de un futuro que para ustedes aún no ha terminado de llegar. Hemos aprendido por las malas una lección muy valiosa, porque durante años se hipotecaron flujos futuros en función de repartir stocks en el presente", indicó.

"No somos los únicos que estamos tomando las decisiones difíciles que este momento histórico demanda, el presidente Trump entiende que es momento de revertir una dinámica que estaba llevando a USA a una catástrofe, lo que hubiera tenido un fuerte impacto en todo el mundo. Su férrea y exitosa política de frenar la inmigración lo deja en claro", se refirió a su par estadounidense tras el gesto que el republicano le hizo en los últimos días.

"Hablo por todos al decir que la ONU lidere el cambio de paradigma y vuelva a las bases de lo que supo ser en el pasado, y con humildad quisiera poner a disposición cuatro principios que pueden ser útiles para conseguirlo", propuso.

"En primer lugar, el principio del mandato esencial, asegurar la paz y la seguridad debe ser la prioridad del organismo, todo lo demás debe ser complementario a ese fin. En segundo lugar, el principio de subsidiariedad internacional, la ONU debería intervenir sobre un tema únicamente cuando sea evidente que el problema excede de manera demostrable las capacidades de acción nacional, en todos los demás casos corresponde devolver la iniciativa a los Estados que son quienes poseen legitimidad democrática y responden ante sus pueblos.", enumeró.

"En tercer lugar es importante seguir los principios de diligencia institucional. Así como la Argentina ha iniciado un proceso de optimización del Estado eliminando estructuras redundantes y devolviendo recursos a los contribuyentes, entendemos que la ONU necesita un camino similar. Eso implica la realización de auditorías confiables, el cierre de programas ineficaces y un financiamiento condicionado a resultados verificables", apuntó.

Y añadió: "En ultimo lugar, el principio de simplificación, la paz no es solo ausencia de conflicto, solo debemos apoyar iniciativas que no restringen la capacidad de los estados de liberar sus fuerzas productivas, atraer inversión y fomentar el comercio, que son el camino más exitoso para reducir la pobreza".

Por último enumeró una serie de reclamos y repudios para los que solicitó el apoyo de la comunidad internacional.

"Quiero reiterar el reclamo sobre la soberanía de las Islas Malvinas, que permanecen ocupados ilegalmente, situaciones coloniales como estas siguen sin ser resueltas. Invitamos a UK a reanudar las negociaciones bilaterales. Además, repudio las manifestaciones de violencia fundamentalista, en Argentina ya sufrimos este horror con los ataques a la embajada de Israel y la AMIA", planteó.

"Además, en la actualidad estamos asistiendo a un nivel de violencia inadmisible por parte de la izquierda, repudiamos los procedimientos que atentan contra normas básicas de convivencia", señaló, a la vez que pidió por la liberación del gendarme Nahuel Gallo, detenido en Venezuela, y de los rehenes que permanecen detenidos en Gaza", en la que fue su única mención de un conflicto en el que del lado palestino ya murieron más de 18 mil niños.

Así fueron las primeras palabras oficiales del Presidente luego de su reunión con el magnate del martes y la posterior confirmación del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, del nuevo "salvataje" económico que su gestión brindará a Milei.

Según detalló el funcionario de Trump, el Tesoro estadounidense "está listo para comprar bonos argentinos en dólares y lo hará según las condiciones lo exijan". Además, Bessent confirmó el monto sobre la mesa: se trataría de un swap de u$s 20.000 millones.

Además, agregó: "También estamos preparados para otorgar un importante crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización Cambiaria, y hemos mantenido conversaciones activas con el equipo del presidente Milei para hacerlo".

Tras esta noticia que le da aire a la crisis cambiaria que se desató la semana pasada; cuando el BCRA tuvo que empezar a intervenir el dólar luego de que la cotización mayorista rompiera el techo de la banda, Milei llegó "envalentonado" a la ONU.

Ayer, el propio Donald Trump compartió un extenso discurso de apertura ante el evento que, año a año, reúne a los principales líderes del mundo: allí, criticó a la propia ONU y a los países allí presentes.

"Sus países se están yendo al infierno", disparó de forma incendiaria, mientras que defendió su gestión y su estrategia geopolítica: según el estadounidense, desde su llegada al poder "puso fin a siete guerras", por lo que "merecería" el Premio Nobel de la Paz.

Ante la Asamblea General, el presidente se mostró acompañado por su equipo más cercano: desde su hermana Karina hasta el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el ministro de Economía, Luis Caputo.