

El consumo excesivo de edulcorantes artificiales y alcoholes de azúcar podría acelerar el deterioro de la memoria y las funciones cognitivas, especialmente en personas con diabetes y adultos menores de 60 años.
Así lo expuso un seguimiento hecho a más de 12.000 personas en Brasil. El trabajo, publicado por la Academia Estadounidense de Neurología en la revista Neurology, cuestiona la percepción de inocuidad de estos sustitutos del azúcar.
Cuáles son los edulcorantes en la mira
La investigación resalta el frecuente consumo que hacen personas que buscan disminuir la ingesta de azúcar, en particular quienes padecen diabetes.
La muestra incluyó 12.772 adultos brasileños con una edad promedio de 52 años, que participaron en el Estudio Longitudinal Brasileño de Salud del Adulto entre 2008 y 2019.

Al inicio, los participantes completaron cuestionarios precisos sobre su dieta durante el último año, que permitieron clasificar a los individuos en tres grupos de acuerdo con la cantidad total diaria de edulcorantes consumidos.
El grupo de menor consumo promedió 20 mg al día, el de mayor consumo llegó a 191 mg diarios (equivalente a una lata de gaseosa o refresco light), y el sorbitol, aportó un promedio de 64 mg al día.
Al analizar cada compuesto, la investigación relacionó el aspartamo, la sacarina, el acesulfamo-K, el eritritol, el xilitol y el sorbitol con un deterioro acelerado de la cognición global, especialmente la memoria. Sin embargo, la tagatosano mostró asociación con deterioro cognitivo.
Los resultados del estudio: por qué es clave reducir el consumo de edulcorantes
Tras ajustar variables como edad, sexo, hipertensión y presencia de enfermedades cardiovasculares, los resultados publicados demostraron que, quienes consumieron más edulcorantes, presentaron un deterioro cognitivoun 62% más rápido.
Esto corresponde aproximadamente a 1,6 años adicionales de envejecimiento cerebral.
El grupo intermedio mostró un deterioro un 35% más rápido, equivalente a 1,3 años de envejecimiento.
El análisis detallado indicó que el vínculo entre el uso de edulcorantes y el deterioro de la función cerebral fue más marcado en personas con diabetes.
En adultos menores de 60 años, el consumo elevado de estos productos estuvo relacionado con una caída más rápida en la fluidez verbal y la cognición general, mientras queno se observaron diferencias significativas en los mayores de 60 años.
Sin embargo, tanto la Academia Estadounidense de Neurología como la revista Neurology insistieron en la necesidad de realizar investigaciones adicionales para confirmar estos resultados y establecer si otras alternativas al azúcar refinado, como el puré de manzana, la miel, el jarabe de arce o el azúcar de coco, pueden ser opciones más seguras para la salud cerebral.















