

Ante la escasez de reservas en el Banco Central, el Ministerio de Economía analiza una nueva medida para atraer divisas. En este caso, con el ojo puesto en la Economía del Conocimiento, trabajan en la implementación de un monotributo simplificado para los "freelancers" del sector tecnológico.
El monotributo tecnológico es una vieja idea del ministro de Economía Sergio Massa, que reflotó con su desembarco al Palacio de Hacienda. Así lo confirmó el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, a este medio.
"La medida está en estudio y es un proyecto que tenemos la intención de llevar a cabo porque que busca potenciar a todas y todos los trabajadores y programadores locales sin que se fagocite al sector nacional", confirmóSujarchuk a El Cronista.
El "monotributo simplificado para el sector tecnológico" apunta a los trabajadores "freelancers" que venden sus servicios a empresas del exterior. La medida se sumará a la flexibilización del acceso de dólares a los trabajadores del sector dispuesta por el Banco Central (BCRA).

Actualmente, a los exportadores de servicios se les permite disponer de hasta u$s 12.000 al año en cuentas bancarias, sin el requisito de liquidarlos en el mercado único y libre de cambios. La idea que se baraja desde el Palacio de Hacienda es subir ese tope.
Desde la secretaria que encabeza Sujarchuk aclararon que, por ahora, el proyecto se encuentra en borrador. Lo están trabajando en tándem con las cámaras empresariales para evitar que perjudique al sector a nivel local.
Es que, el temor es subir el tope de manera tal que a las empresas se les complique, aún más, competir con firmas extranjeras a la hora de conseguir mano de obra. Según calculan desde la Secretaría de Economía del Conocimiento, el sector estaría integrado por unas 450.000 personas. Resta saber cuántas de ellas exportan sus servicios.

Lo que sí saben es que, el año pasado, el rubro generó exportaciones por u$s 6500. La idea del tigrense es que, con una ley adecuada, se podría "acelerar la fábrica de hacer dólares".
En esta línea, apenas asumió como ministro, Massa apuró el avance de cuatro leyes que también acelerarían el ingreso de divisas: un blanqueo para la construcción, el régimen de promoción para el sector agroindustrial, el fomento de inversiones a la industria automotrizy la ley de Promoción del Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna y la Nanotecnología.
Como explicaron desde el entorno del secretario, en la Economía del Conocimiento ocurre algo similar a la industria del fútbol. Son dos mercados ultradolarizados en los que la Argentina tiene recursos humanos que son atractivos a nivel internacional. Las propuestas son tentadoras y los talentos se van del país.
La ventaja es que, a diferencia del fútbol, en el sector tecnológico el trabajo remoto es la regla. De allí que aspiran a retener esos talentos dentro de las fronteras nacionales, junto con las divisas que generen.













