

Superadas las turbulencias que marcaron los meses previos a las legislativas, el foco de atención se desplazó hacia uno de los desafíos más críticos para la economía argentina: los vencimientos de deuda en dólares.
Con un calendario de pagos que presenta una prueba de fuego en enero, el cumplimiento de estas obligaciones se convirtió en una prioridad ineludible para el Gobierno.
Lucio Méndez Garay, economista analista de EcoGo, la consultora a cargo de Marina Dal Poggetto y de las más respetadas del mercado, subrayó la importancia de cumplir con esos compromisos para mantener al dólar en calma y alertó por el nivel de reservas.
“Si logran conseguir los dólares que necesitan para pagar la deuda en moneda extranjera, probablemente pueden mantener el tipo de cambio dentro de las bandas y que el dólar se ubique por debajo de lo que proyecta el mercado en los contratos de dólar futuro”, señaló.
Estos contratos de dólar futuro, recalcó, hoy muestran que, de abril hacia adelante, se está cotizando a la divisa estadounidense por encima de la banda superior que diagramó el gabinete económico.
La proyección, sin embargo, se podría corregir dependiendo de cuántas reservas netas se acumulen y cuáles serán las necesidades en dólares durante los próximos meses.
“El próximo interés fuerte que tiene el Tesoro es en enero, cuando hay que pagar 4.300 millones de dólares por los Globales y los Bonares. De esa cifra, 3.600 millones están en manos de acreedores privados, y en sus depósitos el Banco Central únicamente tiene 200″, advirtió.

La solución, explicó el ministro Luis Caputo durante su participación en la última edición del Encuentro de Líderes que organiza El Cronista, llegaría de la mano de un REPO con bancos por u$s 6 o 7 mil millones.
“Con las declaraciones de Caputo se aclaró un poco la situación. Esos dólares incrementarían los depósitos y permitirían hacerle frente a estos vencimientos. Porque no solo hay pocos dólares, también hay pocos pesos para comprar dólares”, analizó Méndez Garay.
Además, el especialista se refirió a la decisión del oficialismo de aferrarse al esquema de bandas.
“Se mostraron dispuestos a recalibrar las bandas en caso de que queden obsoletas, con un tipo de cambio más alto y con un traslado a pecios que haría que la inflación desacelere más lento de lo que hoy estamos viendo. Pero siguen muy comprometidos con este esquema, quieren mostrar que como máximo el dólar va a tener un movimiento del 1% mensual y la inflación va a converger a ese nivel”, explicó.
Sin embargo, las últimas variaciones de precios minoristas se ubicaron bastante por encima de ese 1%, resaltó.
“La inflación en octubre dio 2,3% desde la consultora estamos proyectando un 2,5% en noviembre, y diciembre también estaría por encima del 2%. Estos niveles de inflación, con el dólar corriendo al 1%, hacen que las bandas cambiarias se desfasen más rápido”, apuntó.
La solución a esta encrucijada llegaría con más dólares de la mano del acceso al mercado. “De esa forma, la recalibración de las bandas probablemente no sea tan importante y no haya tanto traslado a precios, pero son variables que se van resolviendo semana a semana”, culminó.














