El Gobierno puso primera en lo que respecta a las ”reformas de segunda generación”; en particular, la tributaria y laboral. Claro está, la presentación de ambos proyectos se podrá materializar a partir del 10 de diciembre, fecha en la que se reconfigurará el Congreso.
Con el resultado favorable en las elecciones de medio término, en donde La Libertad Avanza (LLA) obtuvo más del 40% de los votos y “pintó de violeta” 15 distritos, entre ellos la provincia de Buenos Aires, la administración del presidente Javier Milei está afinando los detalles del plan para simplificar y eficientizar el sistema tributario, en pos de mejorar la competitividad para los contribuyentes.
En la antesala a las legislativas del domingo 26 de octubre, el Presidente aseguró en las instalaciones de la acería Sidersa, ubicada en San Nicolás, que buscarán “eliminar cerca de 20 impuestos que entorpecen la economía argentina, sin tener impacto recaudatorio”.
En ese marco, el ministro de Economía, Luis Caputo, se encargó de profundizar en los detalles de la reforma que el oficialismo enviará al Congreso.
“Vamos a un esquema de simplificación y de menores impuestos. Va a haber baja de impuesto a las Ganancias para individuos y un incentivo muy grande para que se desarrolle el mercado de capitales”, señaló el titular de Hacienda en su participación del Ciclo de Coyuntura, organizado por la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Además, dijo que la reforma tributaria “va a favorecer a todos: Nación, provincias, empresarios y a la gente“.
Por otra parte, el titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, también destacó en una reunión con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que “están dadas las condiciones para ser un país que pueda competir en forma pareja con el resto de la región”.
Incluso, recordó ante los representantes de las pymes que “la Argentina viene de una matriz de suba de impuestos de los últimos 30 años”, y añadió que “la competitividad tiene que venir por la baja de impuestos y la apertura de mercados”.
En ese sentido, el CEO de SDC Asesores Tributarios, Sebastián Domínguez, consideró positiva la hoja de ruta que diagramó el Gobierno, pero fue cauto respecto a la posibilidad de solucionar inmediatamente las imperfecciones del sistema.

“La prioridad tiene que ser bajar impuestos sin poner en riesgo el superávit fiscal, por lo cual es razonable que eso se haga en etapas. Por ejemplo, Brasil, que instrumentó una reforma tributaria, la va a terminar de implementar al 100% en 2033. Está bien que Argentina esté en el camino de bajar impuestos, pero no los puede bajar todos juntos. Entonces, es razonable que vayan haciendo modificaciones de baja de impuestos, garantizando el superávit y negociando con gobernadores”, expresó.
Reforma tributaria, primera etapa: los impuestos que podría eliminar el Gobierno
En los últimos días, el ministro de Economía dio a conocer algunas claves del proyecto para que Argentina deje de ser, en palabras del Presidente, “un infierno fiscal”.
"No va a haber una reforma impositiva y listo, sino que habrá reformas constantes y paulatinas“, dijo en una entrevista con LN+. A partir de allí, dejó en claro que la primera etapa del proyecto tendrá como eje primario la eliminación de tributos de baja recaudación.
También planteó que a medida que el país crezca en términos económicos, se abrirá un abanico de oportunidades para “avanzar con la reducción de [otros] impuestos”.
Al respecto, el tributarista y CEO de Lisicki, Litvin & Abelovich, César Litvin, indicó que el ministro se refirió a “impuestos nacionales”, dado que “Nación no tiene potestad sobre las provincias”.
En esta misma línea, la contadora y presidenta de la comisión Pyme del Consejo Profesional de Ciencias Económicas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CPCECABA), Elisabet Piacentini, sostuvo que “una reforma tributaria integral llevaría mucho consenso y mucha negociación”, por lo cual es lógico que, en primera instancia, se eliminen impuestos “que no llevan mayor dificultad en desafectarlos”.
Por su parte, Domínguez entiende que suprimir gravámenes de baja recaudación “no genera un problema de caja muy importante”. Tal es así que enumeró algunos tributos que podría eliminar el Gobierno:
- Impuesto a los pasajes al exterior (fondo nacional de turismo);
- Impuesto a las entradas de espectáculos cinematográficos;
- Impuesto a los videogramas grabados;
- Impuesto a los servicios de comunicación audiovisual;
- Impuesto a las bebidas analcohólicas, jarabes, extractos, concentrados y agua mineral;
- Impuesto a los vehículos automotores, motos y embarcaciones;
- Impuesto a las embarcaciones y aeronaves de recreo o deportes;
- Impuesto a los productos electrónicos
- Impuesto a seguros;
- Impuesto a la telefonía celular y satelital; y
- Recargo al gas natural.
“Después habrá que ver la decisión política, porque se podría eliminar, por ejemplo, el impuesto interno al tabaco, pero en general ese impuesto, por más que recauda poco, se utiliza como una política tributaria para que la gente consuma menos tabaco o, incluso, con esos fondos pueden financiar los problemas de salud que genera [dicho consumo]”, remarcó.
En ese aspecto, Piacentini también mencionó cuáles podrían ser los impuestos a erradicar. “Posiblemente, impuestos internos a la telefonía celular, satelital, productos electrónicos y al gas natural, y los Derechos de Exportación, que sabemos que es algo que no ayuda a que la Argentina pueda alcanzar niveles de exportación sustentables. También hay determinadas tasas que requieren mucho trabajo de recaudación y tienen poco valor (como la tasa de uso aeroportuario)”, sintetizó.
Reforma tributaria: cómo debería ser la “segunda etapa”, según los expertos
Para César Litvin, la reforma tributaria tiene que partir de “un superávit fiscal innegociable”, pero además debe “reformular el impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB)”, permitiendo “reconfigurarlo en un impuesto a la venta en la última etapa o un Súper IVA, pero condicionado a que la viabilidad del esquema dependa de integrar el nuevo IVA con los Ingresos Brutos y las tasas municipales.
En segundo término, mencionó que se debe barajar la posibilidad de eliminar los Derechos de Exportación y el impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias y Otras Operatorias, conocido popularmente como el Impuesto al Cheque.
Pero, a priori, esto último aparenta ser una meta difícil de llevar a cabo. Según datos que publicó ARCA, los Derechos de Exportación aportaron un 4,6% de los ingresos totales durante el 2024, mientras que el Impuesto al Cheque aportó un 7,2% de la recaudación en dicho período.
“En la medida que haya equilibrio fiscal, se puede ir reduciendo o eliminando impuestos que son más distorsivos [aquellos que entorpecen la actividad económica]”, añadió.
De igual modo, Piacentini dijo que se deben tomar medidas respecto al tributo que se aplica sobre las operaciones bancarias -Impuesto al Cheque-, pese a su relevancia para el Producto Bruto Interno (PBI).
En medio de las negociaciones con Argentina, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sugirió eliminar este impuesto, el cual se introdujo en la hoja de ruta de las reformas estructurales del plan económico.
La agenda de reformas no solo incluye un apartado para privatización de empresas públicas, sino también para la eliminación de impuestos y la implementación de regulaciones en el aspecto laboral; otro de los temas que ya generan debate entre los empresarios y los sindicatos.
En lo que respecta a la reforma fiscal, el staff técnico del organismo internacional indicó que “el sistema tributario sigue siendo excesivamente complejo y distorsivo, con una carga general que obstaculiza el crecimiento y la competitividad".

Por lo tanto, el informe apunta a que el Ejecutivo establezca una reducción, de manera gradual, de aquellos “impuestos distorsivos sobre exportaciones y transacciones financieras, reemplazándolos por tributos directos más simples y mejor administrados a hogares y empresas”. Si bien el documento no esclarece a qué clase de impuestos se refiere, lo cierto es que la referencia aplicaría para los Derechos de Exportación y el Impuesto al Cheque.
Impuesto a las Ganancias: los cambios que quiere introducir el Gobierno
Caputo afirmó en LN+ que consideran, además, aplicar un aumento en las deducciones del impuesto a las Ganancias; es decir, los importes que restan y disminuyen la base imponible sobre la cual se calcula el tributo a paga. Según expresó, esta medida “le dará incentivo a la gente a pedir factura”.
En el Ciclo de Conferencias del Centro de Investigaciones para el Desarrollo del Seguro (CIDES), el funcionario ahondó en esta cuestión: “Hoy es $ 50.000 lo que se puede deducir a Ganancias para hacer seguros de vida con capitalización o seguros de retiro. Vamos a aumentar eso en muchos múltiplos”.
El aumento de las deducciones del impuesto a las Ganancias sería parte de la reforma laboral. Así lo informó en la Conferencia Anual de FIEL, realizada en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
“Estamos analizando subir las deducciones del impuesto a las Ganancias de personas humanas para formalizar la economía”, enfatizó Caputo.

Frente a esto, el tributarista Sebastián Domínguez manifestó que la propuesta es “positiva”, pero aclaró que es probable que se apliquen ciertas limitaciones o topes para evitar distintas maniobras.
Más allá de este aspecto, consideró que un aumento en las deducciones de Ganancias incentivará a que “se pidan facturas en casos donde hoy no se piden”, simplemente “por una falta de interés en tener el comprobante”.
Y agregó: “Eso va a hacer que quien vende declare la venta, pague el IVA y el impuesto a las Ganancias“.
Por otro lado, Litvin aportó: “Esto implica que a lo mejor algunos que no están vinculados con la actividad grabada y que hoy en día no son deducibles, puedan ser deducidos y, de alguna manera, contra presentación de comprobantes, puedan deducirse esos gastos. Esto representa que el trabajador va a pagar menos impuestos por ese gasto deducible y, en tanto, se formaliza más la economía porque va a exigir factura”.
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