

La actividad económica volvió a mostrar señales de debilidad en octubre, en un contexto de crecimiento anual todavía positivo pero cada vez más concentrado en pocos sectores. Según informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) cayó 0,4% en términos desestacionalizados respecto de septiembre, tras tres meses consecutivos de subas.

En la comparación interanual, el indicador avanzó 3,2%, mientras que en el acumulado de los primeros diez meses del año la economía creció 5%. El dato mensual revirtió parcialmente el desempeño del tercer trimestre, cuando el producto interno bruto (PIB) había mostrado una expansión de 0,3% frente al trimestre previo, y dejó en evidencia un escenario de crecimiento con menor impulso en la dinámica más reciente.
La publicación del EMAE de octubre funciona como una actualización de alta frecuencia del informe trimestral del PIB difundido días atrás por el organismo estadístico. Mientras que el avance del nivel de actividad del tercer trimestre reflejó una mejora interanual de 3,3%, sostenida por la intermediación financiera, la minería y los servicios, el indicador mensual permite observar con mayor precisión el comportamiento posterior y confirma que la recuperación perdió tracción hacia el inicio del último tramo del año.
Desde la consultora LCG señalaron que la caída de octubre se produjo “después de la corrección al alza de datos previos que derivaron en tres meses de suba al hilo”, y destacaron que, aun así, la actividad operó cerca de los máximos alcanzados a comienzos de 2025. En promedio, la economía creció apenas 0,1% mensual en los últimos diez meses y se mantuvo por debajo del pico registrado en febrero.
El análisis sectorial volvió a mostrar una dinámica dispar. En la comparación interanual, la intermediación financiera lideró las subas, con un avance cercano al 23%, seguida por las actividades empresariales y la minería, que creció 8,1% y aportó 0,3 puntos porcentuales al crecimiento anual. En conjunto, esos sectores explicaron una porción sustancial del incremento del EMAE.
En contraste, la industria manufacturera acumuló su cuarto mes consecutivo de caída y retrocedió 2,7% interanual en octubre. También los hoteles y restaurantes volvieron a mostrar un desempeño negativo, con una baja del 1% anual, luego de 16 meses de crecimiento ininterrumpido. Según LCG, “sin considerar el aporte del agro, la minería y la intermediación financiera, el crecimiento anual se habría reducido a 0,8%”, lo que expuso el carácter acotado y desigual de la recuperación.
El informe de la consultora advirtió además que, si la actividad se mantuviera en los niveles actuales, el año cerraría con un crecimiento promedio cercano al 4,4%, en línea con otras proyecciones privadas. Sin embargo, el panorama hacia adelante aparece marcado por una elevada incertidumbre. “Vemos todavía una recuperación incierta, atada a cuestiones económicas, sociales y políticas, con marcadas disparidades sectoriales”, señalaron.
Entre los factores que podrían aportar algún impulso, LCG mencionó la estabilidad posterior a las elecciones y el recorte de las tasas de interés, aunque aclaró que el crédito difícilmente vuelva a traccionar como en 2024, en un contexto de aumento de la morosidad. También advirtió que el impacto de los anuncios de inversión dependerá de su efectiva ejecución y que las dudas sobre la estrategia cambiaria podrían prolongar decisiones de “esperar y ver”.
Con este escenario, el EMAE de octubre reforzó la lectura que dejó el informe del PIB del tercer trimestre: la economía mantuvo un crecimiento anual, pero con un desempeño frágil en la comparación mensual y una recuperación cada vez más concentrada en pocos sectores, en un cierre de año que se presentó más desafiante de lo que sugieren los promedios acumulados.














