Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, contó que la curva epidemiológica de casos que empezó a ascender en mayo cuando la enfermedad empezó a circular en los barrios populares a comenzado a descender desde el 1° de septiembre. "Cada semana que pasa es una con menor cantidad de casos, aunque aún es un descenso bajo y nos quedan varias semanas para poder llegar a valores por debajo de los 200 y así controlar la situación hasta contar con una solución más profunda", aclaró.
En términos de infraestructura sanitaria, señaló que "se ha podido atender a las personas de manera apropiada. Tanto el sector público como el privado hicieron un enorme esfuerzo para atender a la gente oportunamente". Además, la ciudad tuvo una estrategia de testeo muy intensa, aunque "me gusta hablar de estrategia, más que de tests", destacó.
Hoy el sistema de salud está más relajado, aunque muy cansado, "pero estamos con una curva de casos que da la expectativa de que pueda seguir bajando", manifestaba Quiros. Por otro lado, Ciudad está trabajando en una estrategia para evitar el rebrote como ha sucedido en Europa a partir de los "super contagios", que se dan por un cambio de patente social, es decir, por reuniones sociales, encuentros masivos, turismo, hay nuevos expuestos al virus.
Quiros destacaba también que la tecnología como herramienta de prevención es muy útil, pero no impone las conductas humanas. Según él, "lugares como Corea del Sur, que han tenido éxito con el uso de las tecnologías, son países con otros acuerdos sociales y otra cultura. En Argentina, si bien existen tecnologías, es baja su implementación porque no hay un acuerdo de cómo deben ser usadas."Llos gobiernos tenemos que poder entender y acompañar con políticas públicas esa situación. El eje esencial es encontrar el vínculo entre el gobierno y la ciudadanía para transitar juntos este proceso, esa es la clave de la gestión social de la pandemia", planteó.











