Los fondos de cobertura macro están atravesando su mejor año al menos desde 2008, impulsados por los fuertes movimientos en los precios de monedas, materias primas y bonos, que generaron condiciones muy favorables para los operadores.
Un índice del proveedor de datos HFR, que sigue el rendimiento de este tipo de fondos —orientados a obtener ganancias a partir de tendencias económicas mediante operaciones con acciones, bonos y commodities—, acumulaba una suba del 16% a fines de noviembre, lo que encamina al sector a su año más rentable desde que existen registros comparables, en 2008.
Fondos como Caxton, de Andrew Law, y RCM, de Chris Rokos, registraron retornos de dos dígitos durante este año, según cifras a las que accedió el Financial Times.
Los gestores macro señalan que los movimientos bruscos del mercado —como la caída del dólar provocada por la guerra comercial impulsada por Donald Trump, la venta masiva de bonos de largo plazo y el rally persistente del oro— ofrecieron el escenario más favorable para el sector en muchos años.
“Hay mucho material para trabajar, lo que no significa que sea fácil acertar”, afirmó Ken Tropin, fundador y presidente del fondo macro Graham Capital. Según explicó, los gestores discrecionales de la firma obtuvieron la mayor parte de sus ganancias operando con el dólar, el oro y los bonos del Tesoro de Estados Unidos. “Pero al menos hay oportunidades”.
Tropin agregó que este año los gestores recurrieron a estrategias denominadas “tácticas”, es decir, de corto plazo, para poder moverse con rapidez en clases de activos como las monedas, que mostraron una alta volatilidad en 2025.
Si bien ese enfoque comenzó antes de que la administración Trump anunciara amplios aranceles en abril, Tropin sostuvo que esa medida “fue realmente el llamado de atención para todos”.
Los fondos macro ganaron dinero tanto apostando a la baja del dólar como volcándose a monedas y bonos de mercados emergentes, que repuntaron a medida que un dólar más débil permitió a los países reducir las tasas de interés y refinanciar su deuda a un costo menor.
“Todas las clases de activos subyacentes, como commodities, divisas y bonos, ofrecieron grandes oportunidades este último año”, señaló un ejecutivo de una gran family office europea que invierte en hedge funds. “Hubo euforia en el oro y los metales preciosos, un mercado bajista en el dólar estadounidense y divergencias entre las políticas de los bancos centrales, incluidos el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal”.
Los sólidos retornos prolongan un renacimiento del sector, que había tenido dificultades durante la década de tasas de interés muy bajas y volatilidad moderada que siguió a la crisis financiera global de 2008-2009.
“Si este año no ganaste dinero como fondo macro, va a ser difícil de explicar”, afirmó un ejecutivo del sector de los hedge funds.
Algunos fondos también se beneficiaron de la venta masiva de bonos de largo plazo impulsada por las preocupaciones sobre el endeudamiento excesivo de los gobiernos en las principales economías, apostando a una ampliación de la brecha entre los costos de endeudamiento de corto y largo plazo.

Caxton y Graham obtuvieron ganancias con este tipo de operaciones conocidas como steepener, mientras que Caxton también se benefició de los repuntes del oro y el cobre, según personas familiarizadas con el desempeño de los fondos. El fondo principal de la firma, Caxton Global, que administra unos u$s 10.000 millones, acumulaba una suba del 14% hasta el 5 de diciembre, de acuerdo con un inversor, mientras que Caxton Macro, el fondo de u$s 9.000 millones gestionado directamente por Law, avanzaba un 18%.
Los fondos Absolute Return y Multi-Alpha Opportunity de Graham registraban subas del 8% y 13%, respectivamente, a fines de noviembre, según fuentes cercanas a las cifras. Rokos obtuvo un rendimiento del 17,5% hasta fines de noviembre, de acuerdo con otra persona que revisó los datos.
Greg Coffey, la estrella australiana de los hedge funds apodada en su momento el “Mago de Oz”, se consolidó como uno de los grandes ganadores del año: el fondo insignia de su firma Kirkoswald Capital acumulaba una suba del 21% a mediados de diciembre.
Tanto Graham como Rokos compraron deuda del gobierno británico cuando los costos de endeudamiento de largo plazo alcanzaron sus niveles más altos de este siglo, y obtuvieron ganancias cuando los gilts repuntaron y los rendimientos retrocedieron, según personas familiarizadas con las operaciones.
Brevan Howard mostró un desempeño más dispar. Su Master Fund avanzaba apenas un 0,4% a fines de noviembre, mientras que su fondo multigestor Alpha Strategies —que utiliza una variedad de enfoques de inversión— acumulaba una suba del 7,2% en el mismo período, de acuerdo con fuentes cercanas a los resultados.
Brevan, Rokos, Caxton y Kirkoswald declinaron hacer comentarios.

















