La industria francesa de artículos de lujo lanzó una campaña publicitaria contra el flagelo de las falsificaciones, que según informó le cuesta a las compañías galas unos 6.000 millones de euros anuales.

Elisabeth Ponsolle des Portes, que preside la cámara francesa de empresas de artículos de lujo, Comité Colbert, señaló que se produjo un exponencial crecimiento en las imitaciones debido a la expansión del sector. La asociación incluye algunas de las marcas más afectadas, como Chanel y Hermès.

La cantidad de productos falsos vendidos online y confiscados por la aduana francesa se multiplicó por 20 en cinco años, a 1,5 millones de paquetes por año.

Francia, hogar de algunos de los grupos de lujo más grandes del mundo, contempla las sanciones más severas por violaciones al copyright y diseños que van hasta tres años de prisión y multas de 300.000 euros.
La campaña incluye la colocación de 10.000 afiches en 18 aeropuertos de Francia y en otros seis países europeos con el fin de que los turistas no compren imitaciones.

Ponsolle des Portes comentó que más del 85% de los productos falsificados se fabrica en China, pero que los europeos compran la mayoría de ellas. Son los turistas europeos los que compran imitaciones, no los turistas chinos, explicó.
El Comité sostiene que las campañas que se han realizado anteriormente dieron fruto en términos de concientización.