El stock de plazos fijos del sector privado cae casi $ 2 billones en lo que va del mes, hasta el día 14, último dato del Banco Central, al descender de $ 51,3 billones a $ 49,5 billones. Son vencimientos de depósitos a 30 días que hicieron los ahorristas para tener los pesos disponibles antes de las elecciones de este domingo, que ahora prefieren dolarizarlos en lugar de renovar los plazos fijos. En tanto, los saldos a la vista en caja de ahorro cayeron $ 5,5 billones, al pasar de $ 29 billones a $ 23,5 billones. La demanda de dolarización de portafolios del retail, típica de períodos preelectorales, se acelera: es normal que en los meses previos a los comicios la formación de activos externos de minoristas suele, como mínimo, duplicarse, señalan los analistas de PPI. Ni siquiera la intervención del Tesoro norteamericano logra frenar del todo esta dolarización de carteras. "Se viene una semana intensa y dominada por una sola consigna: más demanda de dólares y menos margen para errores", advierten. Para los analistas de LCG, la mejor estrategia cambiaria post-electoral sería un régimen más flexible sin bandas, con intervenciones no definidas en el MLC, apuntando a tener un equilibrio en el comercio de bienes y servicios. Tal vez el dólar necesario no se encuentre muy por arriba del tope de la banda actual. Sólo así, y manteniendo más o menos estable ese dólar competitivo, de a poco podrían atenuarse las expectativas de depreciación e ir bajando la demanda de dolarización de carteras. Eso, a su vez, permitiría la reducción de las tasas de interés, aunque deberían mantenerse en valores positivos en términos reales.