

El mercado pocas veces actúa bajo desesperación. Generalmente, toma decisiones con conciencia de causa porque, al fin y al cabo, lo más importante para los inversores es maximizar sus ganancias. Si corren peligro, tendrán motivos para alterarse. Y eso fue lo que sucedió durante las últimas dos semanas.
La derrota del gobierno de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires no solo fue un baldazo de agua fría en términos electorales, sino que además fue un mensaje negativo que llenó de incertidumbre al mercado.
Creció la desconfianza. El dólar minorista trepó a la zona de los $ 1500, el mayorista alcanzó el techo de la banda (hoy en torno a los $ 1478), los bonos y las acciones se desplomaron, y el riesgo país volvió a ubicarse por encima de los 1400 puntos básicos; alejando a la Argentina de la posibilidad de retornar a los mercados internacionales.
A esto se sumó la intervención del Banco Central (BCRA). La entidad que preside Santiago Bausili debió operar en el mercado de cambios para sostener el techo de la banda, totalizando pérdidas por u$s 1.110 millones en apenas tres ruedas: vendió u$s 53 millones el miércoles, u$s 379 millones el jueves y u$s 678 millones el viernes (la última intervención fue la décima más importante desde el 2003).
El director de la máxima autoridad monetaria, Federico Furiase, aseguró en su cuenta de X que disponían de u$s 22.000 millones para sostener el pico máximo del régimen cambiario. "Vamos a vender hasta el último dólar en el techo de la banda", manifestó días más tarde el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.
El pedido del mercado no era muy rebuscado: querían volver a creer, pero con fundamentos. Y, al parecer, el Gobierno tomó esos pedidos y respondió con medidas de peso para generar confianza y recuperar terreno de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre; un test clave para el oficialismo en lo que respecta a la nueva conformación del Congreso.
En primer lugar, el Ejecutivo, a través del vocero Manuel Adorni, anunció el lunes la suspensión de las retenciones para todos los granos (soja, maíz, trigo, girasol y otros cultivos) y carnes (avícola y bovina) hasta el 31 de octubre. Pese a que la medida tendrá un impacto en el aspecto fiscal, habrá una mejora en el flujo de dólares en el MULC. Tal es así que el Gobierno proyecta sumar u$s 7.000 millones a las reservas.
"El objetivo evidente es preservar el ancla cambiaria, es decir, sostener el esquema de bandas y limitar la pérdida de reservas como la semana pasada, de u$s 1.110 millones en solo tres días, a costa del ancla fiscal. El Presupuesto 2026 fija una meta de superávit primario de 1,5% del PBI para 2025, que ahora podría caer a 1,3%, alejándose aún más de la meta de 1,6% del FMI", sostuvieron al respecto desde Max Capital.
No obstante, el anuncio más significativo llegó cerca del mediodía. El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, aseguró en su cuenta de X que el gobierno de Donald Trump hará "todo lo que sea necesario" para apoyar a Argentina a través del Fondo de Estabilización Cambiaria (EFS, por sus siglas en inglés). Este mensaje fue clave para los inversores, dado que ahora entienden que el país tendría las divisas suficientes para pagarle a los bonistas en 2026 (u$s 4.000 millones en enero y u$s 4.500 millones en julio).

¿Qué pasó después de la publicación de Bessent? El riesgo país perforó los 1100 puntos básicos, volvió el entusiasmo en Wall Street por los bonos argentinos y, además, el tipo de cambio oficial minorista se hundió por debajo de los $ 1400; mientras que el mayorista se alejó de la zona del techo de la banda de flotación.
Mientras tanto, en Nueva York, Milei se reunió con el presidente Donald Trump y, nuevamente, recibió un apoyo directo que podría materializarse pronto. Es que, según confirmó el secretario del Tesoro, Argentina y Estados Unidos se encuentran en negociaciones por un swap de u$s 20.000 millones.
Además, ayer el Banco Mundial confirmó un nuevo paquete multimillonario para el país y una "aceleración de su participación" en Argentina en los próximos meses. Solo de este acuerdo, se esperan desembolsos por u$s 4000 millones.
"Había un síntoma muy agudo y otro más estructural. El agudo ponía el foco en inversores intranquilos por no saber si estarán los dólares para cobrar los servicios de deuda de enero y julio. El estructural ponía el foco en las dudas respecto de la capacidad del Gobierno para enfrentar los dos años que quedan de gestión, llevando adelante la agenda reformista que queda pendiente para la tarea parlamentaria, en un contexto de estancamiento en la recuperación", precisó la consultora LCG sobre las dudas del mercado previas a este "salvataje".
Por su parte, Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital, explicó que "la combinación de un mayor ingreso de divisas del agro y la menor demanda tras el anuncio de apoyo de Washington alimenta las proyecciones de que la calma cambiaria podría extenderse en las próximas semanas".
Cuántos dólares tiene hoy el BCRA para intervenir en el mercado
El Banco Central reveló el viernes pasado que las reservas brutas se ubicaban en u$s 39.259 millones. Por su parte, la consultora EcoGo estimó que las reservas líquidas (excluyendo el oro y el swap chino -intercambio de flujos de efectivo- no activado) se encontraban en u$s 17.235 millones y las netas, según la definición del Fondo Monetario Internacional (FMI), son negativas en u$s 10.140 millones.
"Dicho de otra forma, las reservas líquidas no son propias y cada dólar que vende el BCRA acelera las dudas sobra la capacidad de pago de la deuda", recordaron en su monitor semanal.
El martes, las reservas brutas se posicionaron en u$s 39.176 -subieron u$s 58 millones respecto al lunes (u$s 39.118)-. Pese a esta leve caída en las primeras dos ruedas de la semana, la entidad monetaria no volvió a intervenir en el mercado cambiario.
"Rescatamos que la eventual línea de crédito con el Tesoro de Estados Unidos no solo representaría un game changer para el mercado de deuda (al reducir las probabilidades de default), sino también para el mercado cambiario. Un nuevo financiamiento permitiría relajar las necesidades del Tesoro y del BCRA de salir a comprar reservas en el mercado para cumplir con las obligaciones externas de corto plazo", consignaron desde Portfolio Personal de Inversiones (PPI).
En tanto, los analistas de Delphos Investment aportaron: "Es una gran noticia para los bonistas, considerando que el Banco Central probablemente no tenga que vender más dólares en lo que resta hasta las elecciones. Muy probablemente veamos en las próximas ruedas al Tesoro recomprando parte de lo vendido en las últimas semanas".
Qué impacto tendrá la baja de retenciones y el acuerdo con EE.UU., según el mercado
Previo al anuncio sobre la suspensión de retenciones, sumado al posible "salvataje" financiero que Estados Unidos le otorgaría a Argentina, las consultoras estimaban que la sangría de reservas podría acentuarse y poner, en tanto, en un serio compromiso al Gobierno de cara a los próximos vencimientos de deuda soberana.
"Entre septiembre 2025 y diciembre 2027, los vencimientos en dólares de Tesoro y BCRA suman u$s 34.200 millones sin contar los pagos a organismos ex-FMI, que podemos asumir que se renuevan. Sin rollover y sin compra de dólares, las reservas netas se volverían negativas ya en febrero de 2026, de modo que pensamos que poselecciones habrá cambios en la política cambiaria. De hoy a fin de mandato habría que comprar unos u$s 1.000 millones al mes si asumimos rollover nulo y reservas netas nulas hacia dic-27", detalló la consultora 1816 en un informe privado que difundió la semana pasada.

Sin embargo, tras los anuncios, las expectativas negativas se reconfiguraron en un abrir y cerrar de ojos. "Aunque la medida [de baja de retenciones] durará apenas seis semanas, es probable que los exportadores adelanten ventas, amplificando el costo fiscal y dejando menos ingresos de divisas en noviembre y diciembre, lo que podría pesar sobre la moneda", remarcaron desde Max Capital.
Y sumaron: "Creemos que el tipo de cambio se apreciará en septiembre, hacia la zona de $ 1350, para luego depreciarse a medida que finalice el mecanismo. El Gobierno podría aprovechar esta ventana para recomponer su colchón de dólares, de cara a los pagos con organismos internacionales",
En ese sentido, desde LCG advirtieron que lo importante será no utilizar el alivio en los mercados [producto del eventual apoyo financiero de EE.UU.] para volver a atrasar el tipo de cambio. "Hay que recordar que, con el acuerdo con el FMI, el riesgo país también se derrumbó porque habían aparecido los dólares que escaseaban. Pero luego se estancó en los 700 puntos, sin señales de seguir bajando, porque había dudas respecto de la capacidad de generar dólares", mencionaron.
De todos modos, los analistas insistieron en que "lo ideal sería mantener un dólar competitivo, tal vez desembarazándose de las bandas, y evitar fluctuaciones grandes con intervenciones".













