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El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, dijo este miércoles que el dólar subió fuerte el lunes hasta los $ 1385 por las operaciones que hizo un "un banco de origen chino, que con u$s 30 millones buscó levantar el precio del dólar ylo levantó $ 40 con un volumen muy chico".

Estas declaraciones pusieron el foco directamente sobre ICBC (el banco más conocido de origen chino), pero en realidad es uno más en la lista de "bancos malos" del oficialismo, ya que no es la primera vez que el Gobierno sienta en el banquillo de acusado a una entidad financiera en el último tiempo.

Ya lo había hecho con Banco Galicia y Macro, a los que acusó de especular con los puts del Banco Central (BCRA), también culpó a todo el sector por el problema de exceso de liquidez que les generó la decisión de dejar de colocar las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) en julio.

"Los bancos, temerosos de perder la liquidez diaria, no fueron con todo y prefirieron hacer numerales", dijo Caputo para quitar responsabilidad al Palacio de Hacienda sobre la decisión de las entidades de no poner todos los pesos en Lecap.

Y, días después, les llamó la atención porque algunos insistían con la solicitud de certificaciones y papeles complementarios al no poder pedir ya la Declaración Jurada. Las advirtió que, "si insisten con no acatar las normas, habrá que tomar medidas para que lo entiendan de una buena vez".

Un enfrentamiento sostenido

En los bancos buscan mantener la calma y no echar leña al fuego. "Operamos en el mercado hace muchos años, con idoneidad y respeto por las normas regulatorias. Seguiremos apoyando y acompañando las medidas enfocadas en el crecimiento del país", dice una de las entidades señaladas por el Gobierno en el último tiempo. "Esperamos que se acomode y que se pueda llegar a un punto común", apuntan en otra.

Lo cierto es que el Gobierno parece empecinado en echar culpas al sector financiero, al que es prometió que durante la gestión iba a empezar a trabajar de bancos, lo que implicaba dejar de financiar al sector público, como lo hacían en la gestión anterior, y empezar a desarrollar el crédito para los privados.

Pablo Quirno es quien apuntó contra un banco chino en Argentina como el culpable de tener que intervenir en el dólar.
Pablo Quirno es quien apuntó contra un banco chino en Argentina como el culpable de tener que intervenir en el dólar.

Sin embargo, la suba de tasas que hubo desde que arrancó el desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) fue un golpe para los bancos. Todo el sistema sufrió, se publicaron balances en los que se ve el efecto de cierto deterioro en términos de resultados y probablemente el tercer trimestre sea muy parecido o peor.

"Los balances golpeados tienen mucho que ver con la dinámica de esas tasas porque subieron mucho las paridades", apunta un economista de un banco.

Lo cierto es que las ganancias de las entidades están cada vez más afectadas y todo el esfuerzo de transformación que habían iniciado para capitalizar el cambio de escenario en un contexto de "mayor libertad" que les prometía el actual Gobierno quedó en la nada.

Al final, siguen obligados a comprar deuda del Tesoro por las exigencias de encajes y no pueden hacer crecer el crédito por las tasas altas, sumado a que la mora es cada vez más elevada por un descalce entre precios e ingresos que se ve en la economía. Parece que duró poco el cambio de modelo.

Hecha la ley, hecha la trampa

Los bancos sienten que el BCRA les traba la operatoria con una serie de medidas combinadas por estos días: a las tasas muy elevadas, que desarman el negocio de crédito y hacen subir la mora; se sumaron las nuevas exigencias de encajes, que están en sus niveles más altos de 32 años y se ubican en el 53,5%; la obligación que les impone de comprar letras del Tesoro en las licitaciones para cumplir con las exigencias de efectivo mínimo, y las limitaciones al poder de acción sobre los dólares que impusieron a los bancos extranjeros.

De hecho, esta última medida es la que puede explicar el comportamiento del banco de capitales de origen chino que mencionó Quirno. "Lo que te pasa es que en el cierre del mes los bancos extranjeros compensan sus posiciones en dólares. Se ve que, dado que no lo pudieron hacer la semana pasada por la normativa del BCRA que se los impidió, hicieron las operaciones el lunes, que justo fue un día de poca liquidez porque no había mercados en Estados Unidos, lo que hizo que el movimiento tuviera más incidencia en la cotización. Es entendible lo que pasó y no parece una operación", explica una fuente cercana a los bancos a este medio.

"Tiene que ver con una situación de origen, que es la limitación que aplicó el Gobierno a fin de mes para operar con los dólares a los bancos extranjeros", aporta un economista de un banco. Asimismo, señala que, ya el viernes a la noche se hablaba en el mercado de que Tesoro había salido a vender dólares en el mercado para que no suba el tipo de cambio en los últimos días.

"Más allá de achacar a los bancos el hecho de que el Gobierno tuvo que empezar a vender dólares, ya lo hacía, pero sin darlo a publicidad. Encontró una excusa para formalizarlo, pero hace como, por lo menos, dos semanas que operaba así en el mercado", acota.

"Más allá de achacar a los bancos el hecho de que el Gobierno tuvo que empezar a vender dólares, debería aclarar que ya lo hacía, pero sin darlo a publicidad. Encontró una excusa para formalizar la forma en la que hace por lo menos dos semanas ya operaba en el mercado", acota.

La verdadera preocupación de los bancos

No obstante, hacia adelante hay un problema mayor que el episodio de culpar a los bancos o a algún otro chivo expiatorio y es que, "hasta que no se resuelva el problema de acumulación de reservas y cambiario, parece que está difícil la película".

En los bancos ven que el Gobierno no debería mantener las tasas por las nubes como las tienen ahora porque eso mata el crédito. Si sigue así, va a haber un efecto de "crowding out" y el riesgo es que se empiece a matar al sector privado, como ya se empieza a ver en algunas áreas de la economía.

Pero bajar las tasas significa que el tipo de cambio corrija al alza y la pregunta es: ¿cuánto valora el Gobierno un tipo de cambio bajo y cuánto la actividad económica? Hasta el fin de las elecciones, es decir, hasta octubre, lo cierto es que frenar el dólar es todo lo que cuenta para el oficialismo. Después de eso, se verá cómo sigue la historia.