Tras el triunfo electoral de La Libertad Avanza, el dólar se desinfló. El tipo de cambio mayorista cayó 5,8% desde el 26 de octubre. La incipiente apreciación del peso está motorizada por un cambio de expectativas en el mercado tras los comicios y por el ingreso de dólares de la mano de una nueva ola de emisiones de deuda corporativa.
Si bien las bandas cambiarias ganaron credibilidad, el mercado alerta sobre nuevos desafíos que plantea la segunda parte de la gestión de Javier Milei.
El A3500 retrocedió ayer 0,6% y operó a $ 1405. El dólar oficial, por su parte, cayó 1,4% y cerró la rueda a $ 1425 en la punta vendedora, $ 90 menos que antes de las elecciones. Los financieros también registraron bajas, pero más moderadas: el MEP 0,3% y el Contado con Liquidación 0,2 por ciento.
“Está habiendo más ingresos de dólares de los que salen, por eso se aprecia el peso. El ingreso de dólares financieros está compensando la falta de dólares comerciales”, explicó Martín Polo, jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros.
“Creo que puede apreciarse más, fundamentalmente porque hay un componente muy fuerte dentro de lo que es la determinación del tipo de cambio que son las expectativas. El principal efecto que esto tiene es que le da aire a las bandas cambiarias,”, afirmó, por su parte, el economista Juan Manuel Telechea.
En la misma línea, Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra, señala que el boom de emisiones de Obligaciones Negociables generó una abultada oferta de dólares. “Las empresas aprovecharon la compresión del riesgo país y están emitiendo montos que tienen que liquidar en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC)”, afirmó.
Desde las elecciones, el sector corporativo colocó deuda por u$s 1805 millones. En noviembre la emisión podría trepar hasta los u$s 2255 millones, según calculan en la consultora liderada por Martín Rapetti, por lo que sería el segundo mes de mayor volumen de ON en la era Milei, solo por detrás de octubre de 2024, cuando fluían los dólares del blanqueo en el mercado de capitales.
Ayer, en tanto, fue el turno de Pluspetrol, que emitió deuda por u$s 500 millones a cinco años y medio, con una tasa de rendimiento de 8,375%.

Bandas calibradas
El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió ayer a defender las bandas cambiarias y dijo que el techo “está muy bien calibrado”. “Hoy Argentina no tiene un problema de competitividad de tipo de cambio”, aseguró, al compararlo con el que había cuando Mauricio Macri salió del cepo en 2015, que extrapolado a hoy equivaldría a $ 1270.
Pero la apreciación cambiaria plantea riesgos de cara al futuro. Entre ellos, un repunte de las importaciones y un mayor turismo emisivo, que presionen a las reservas del Banco Central.
“Siempre los riesgos de esto son que el tipo de cambio se aprecie por demás. Con una inflación que va al 2,3% y el tipo de cambio que cae, se deteriora el tipo de cambio real y eso incentiva más importaciones y más turismo emisivo, y por ende más déficit en la cuenta corriente”, remarca Polo.

Según el Indec, las importaciones crecieron este año más velozmente que las exportaciones, generando un saldo comercial menor que el registrado en 2024. Entre enero y septiembre, las importaciones treparon 30,6% y totalizaron los u$s 57.503 millones, mientras que las exportaciones aumentaron 7,5% y ascendieron a u$s 63.533 millones. La balanza comercial, en tanto, registró un superávit de u$s 6030 millones.
A un mes del verano, la salida de dólares por turismo también amenaza con presionar a las reservas. Según datos del BCRA, en septiembre los gastos con tarjetas asociados a viajes alcanzaron los u$s 850 millones.
Si bien ahora Brasil no es un destino tan barato como el verano pasado por la apreciación del real, el turismo amenaza con ser otro grifo de salida para los dólares.
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