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Todo el 2023, como mínimo, la evolución de la deuda en pesos será un tema central en lo financiero. La capacidad de renovación de los vencimientos en la previa de las elecciones es el gran inconveniente que posee el equipo económico, con $ 6,1 billones ya acumulados en julio, agosto y septiembre.

De esa renovación de deuda depende que haya o no una aceleración inflacionaria y un salto en las cotizaciones del dólar en la Bolsa.

Deuda en pesos: la intervención

Silenciosamente el Banco Central interviene en la plaza de bonos en pesos. Según un reciente informe de Anker Latinoamérica, "la emisión monetaria por compra de bonos del Tesoro en pesos que hace el BCRA alcanza los $ 38.000 millones en lo que va del mes".

El monto, más allá del deseo oficial de que se mantengan paridades, sirve para financiar indirectamente, en determinados montos, al Tesoro Nacional, habida cuenta la restricción impuesta en el acuerdo con el FMI para emitir directamente para cubrir el rojo fiscal.

La licitación de deuda realizada la semana pasada al menos no mostró dificultades consiguiendo el Tesoro alzarse con $ 401.000 millones, con una tasa de roll over de 134%.

No hay que considerar demasiado las ofertas totales que hace el mercado por los papeles del Tesoro en estas licitaciones dado que siempre entidades públicas y algunas privadas, a requerimiento del secretario de Finanzas Eduardo Setti, inflan los pedidos con órdenes a tasas de interés elevadas a sabiendas de que no van a ser aceptadas.

Lo más probable es que las próximas semanas se mantenga el actual esquema del mercado de pesos. El BCRA interviniendo y el Tesoro en las licitaciones, apilando los vencimientos en los meses de julio, agosto y septiembre.

Recuérdese que las PASO de agosto van a definir con un alto grado de certeza quién va a ser el próximo presidente de los argentinos. Como aún los candidatos son una incógnita, no hay impacto sobre la deuda pública.

El comunicado de la semana pasada de Juntos por el Cambio de hecho no tuvo efecto en la plaza, pero más que nada por los meses que restan hasta las PASO. Agosto es largo plazo en Argentina.

Tasas por las nubes

Otro elemento a considerar son las tasas de la deuda argentina, corriendo al escalofriante número del 118% efectiva anual surgido de la licitación de deuda última. La inflación esperada, ahora más elevada, motivó un corrimiento, tal como fuera consignado en este diario la semana pasada, a todo lo que sea ajuste por el CER.

Las dudas de los inversores quedaron reflejadas también en el último informe de la UCA sobre el Índice de Incertidumbre Económica de enero.

"Durante ese mes se observó un fuerte aumento en los niveles de incertidumbre económica. Este gran aumento revierte las cinco caídas consecutivas que se habían observado luego del pico de julio del año pasado ante la renuncia de Martín Guzmán. En gran medida esta trayectoria reciente se explica por una mayor preocupación por la inflación" destaca.

Para lo que resta del mes en lo financiero las miradas en cuanto sucede con la plaza cambiaria y lo que puede generar indirectamente en la deuda en pesos.

El incumplimiento de la meta con el FMI sobre acumulación de reservas al 31 de marzo ya es un hecho: en los próximos días viajará una misión del Ministerio de economía a anticipar un waiver o renegociar directamente ese ítem del acuerdo. Hay u$s 2.300 millones de diferencia entre los u$s 7.800 millones establecidos como meta y los u$s 5.500 millones observados hasta ahora en las arcas del BCRA.

Seguramente el staff del FMI mirará hacia otro lado, evitando generar ruido con Argentina en la previa de las elecciones.

Mientras, la emisión de pesos endógena del BCRA, con las Leliq y los pases pasivos, sigue a todo ritmo: el stock según el último Informe Monetario asciende a 11,1 billones de pesos, limitando cualquier intento de desaceleración de la inflación.

De hecho, las expectativas de saltos de precios incluidas en los bonos rondan el 7% mensual. Las tasas en pesos se mantienen ligeramente positivas para las emisiones del Tesoro.

El contexto se mantiene tan complejo como desafiante. El mayor problema lo tendrá seguramente quien asuma el 10 de diciembre.