Diciembre arrancó tranquilo en materia cambiaria, pero ayer se vio un recalentamiento. El dólar mayorista anotó una leve suba: cerró a $1455, marcó una suba de $ 3,50 y tocó su máximo valor en un mes. En tanto, el minorista Banco Nación subió $5 hasta los $ 1480,00.
Pese a que la primera quincena suele ser bajista por la mayor demanda de pesos para el pago de aguinaldo, la presión alcista se hace sentir y en la City se ve mayor demanda impulsada por el pago de sueldos y menor oferta por la incertidumbre del rumbo monetario.
Daniel Marx, director de Quantum, señaló a El Cronista que “un elemento clave para el mercado es la duda respecto de cómo va a encarar el Gobierno la política de reservas, desde el Banco Central y desde el Tesoro”. El economista razonó que eso hace que, si bien las empresas “están sentadas sobre una cantidad de dólares importante, no se ve que los esté liquidando”.
Por otro lado, el lunes se pagó servicio de intereses y primera amortización del Bopreal 2026 (BPY26), equivalente a 33% de su emisión. “Superó los u$s 1000 millones. Las reservas brutas, no obstante, finalizaron en u$s 41.776 (+1.462) y no sufrieron”, detalló un informe de la consultora Outlier.
Esto se debe a que el grueso del pago quedó depositado en el sistema financiero local y se tradujo en suba de depósitos en dólares y encajes. A la vez, eso se combinó con el reflujo de encajes típico de fin de arranque de mes y la suba del oro.
Esa dinámica de las reservas, pese a que el Gobierno no da señales de acumulación, puede leerse como un elemento positivo en materia cambiaria. Sin embargo, hay algunos elementos que generan presión alcista.
Uno de ellos es que en esta primera semana de diciembre se empezó a ver mucha demanda de dólares de particulares por viajes al exterior y cobro de salarios y, “hacia adelante, con la caída de la demanda de pesos, que suele ser alta por la necesidad de empresas para los aguinaldos, podemos empezar a ver un recalentamiento mayor todavía”, dijo Gabriel Caamaño, director de Outlier.
El economista señaló que se empieza a ver una reactivación de la demanda de particulares en la medida que la relación tipo de cambio/tasa es conveniente y con la oferta deprimida porque “aún no empezó la liquidación del trigo”.
De hecho, sostuvo que, pese a la mayor oferta por las emisiones de Obligaciones Negociables (ON), no bajó el dólar, otro dato que llama la atención.
Así, en el frente minorista, se ve cierto recalentamiento de la demanda. “Esta suba, probablemente se deba a que hay mayor apetito dolarizador por el pago de sueldos. La liquidación de obligaciones negociables, que resurgió en noviembre, dio respiro a una oferta de dólares que venía complicada esperando la llegada de la cosecha gruesa y ahora se ve un parate en ese sentido a la espera de la liquidación del trigo”, analizó Lucio Garay Méndez, economista de Eco Go.
El analista afirmó que noviembre fue un mes complicado para el dólar, ya que estuvo marcado por los pagos de vencimientos al Fondo Monetario Internacional, mientras que diciembre únicamente tiene el aguinaldo como un elemento que puede presionar al mercado cambiario.
“Diciembre es un mes con una fuerte demanda estacional de pesos por aguinaldos, pagos de fin de año y consumo, y eso normalmente le quita presión al tipo de cambio”, describió Leo Anzalone, director de CEPEC. Sin embargo, reconoció que el efecto de la leve baja de tasas que se vio en el mercado puede sentirse en el último tiempo e incentiva la búsqueda de cobertura en dólares.
Pero, por ahora, el efecto es acotado. Todo indica que, mientras no haya un shock externo ni cambios en el esquema monetario, habrá relativa estabilidad a lo largo de diciembre. Las mayores pruebas vendrán en el verano a medida que avance la demanda por turismo y el menor apetito de pesos.
¡Queremos conocerte!
Registrate sin cargo en El Cronista para una experiencia a tu medida.















