La mora de más de 30 días ya supera el 10% en bancos y más del 30% en compañías de préstamos personales. La suba de tasas, la cancelación de préstamos de buena calidad y la caída del salario real son las causas directas de la mayor morosidad de los últimos 20 años, de acuerdo a la visión de Pablo Curat, ex director del Banco Central. Esto provocó que muchas entidades sean cada vez más cautas, al punto de subir el pago mínimo del 10 al 15 o al 20% a los segmentos más riesgosos, dependiendo siempre del tipo de cliente y sus consumos, y les cortan el crédito a quienes no llegan a cubrirlo. "Unifican límites de varias tarjetas, al subir tasas de préstamos personales, suben cuotas y bajan montos otorgados", precisa Curat. Por otro lado, a quien paga el mínimo de la tarjeta por segunda o tercera vez consecutiva, le bajan a la mitad el cupo disponible para poder tarjetear. A los grupos de menores ingresos y de comportamiento más flojo, ya dejaron de prestarle. Por la suba del desempleo, los banqueros observan que muchos clientes ya se quedaron sin ingresos disponibles. Entonces, quien tenía un sueldo o un sueldo y medio de límite, se lo bajan a la mitad, de acuerdo al análisis que realice el sector de Cobranzas, que pasó a tener un rol estratégico. "Este tipo de tasas reales tan elevadas provoca que la mora esté alta en individuos, además de afectar la cadena de pagos en pequeñas y medianas empresas. Así que estamos todos muy cautos, demasiado conservadores, colocando muy poco, aunque tampoco hay mucha demanda de crédito a estas tasas", revela el CEO de uno de los grandes bancos. "Estamos a full con el tema recupero. Tasas de descubierto y cheques van a volar al 100 por ciento o más. Es para que no operen hasta el domingo", confiesa el directivo de otra entidad. Lo cierto es que, hasta 2023, la alta inflación licuaba las cuotas de los préstamos a medida que avanzaba la amortización, lo que mitigaba el peso real de la deuda. Con la baja de la inflación ese efecto desapareció, y combinado con la suba de tasas, la situación se volvió mucho más compleja para personas y pymes. Además, sería clave que las autoridades regulatorias habiliten esquemas de cobranza directa sobre cuentas -como ya existen en otros países- para mejorar la recuperación y reducir el riesgo crediticio", propone Pablo Blanco, CFO de Alprestamo. "Con el aumento y volatilidad que tuvieron las tasas cortas de interés durante agosto, se modificó la dinámica del crédito al sector privado. A finales de julio la tasa de plazos fijos mayorista estaba en torno al 40%, subió hasta llegar al 90% a comienzos de septiembre, cuando volvió a bajar hasta los 50% y en octubre se dispara nuevamente hasta el 90%", detalla Hernán Finkelstein, CEO de la fintech Pareto.