Fin de semana agitado para los inversores tratando de desentrañar el impacto en precios de bonos y acciones de los últimos movimientos políticos. La salida de Guillermo Francos, de excelente reputación en los ambientes político-económicos, encendió algunas luces amarillas ante un eventual freno en las negociaciones por lograr consensos en las reformas laboral e impositivas. El desembarco de Manuel Adorni en Jefatura de Gabinete pero con Diego Santilli como negociador con gobernadores y diputados desde el Ministerio del Interior volvió a poner la luz en verde, o por lo menos, con clima similar al existente el viernes al cierre. El clima festivo en el mercado es inédito. Las acciones en dólares subieron 73% en octubre pero la mayor parte de esa suba fue la semana pasada. Sólo tras el lanzamiento de la Convertibilidad se vivió un momento similar al actual. El viernes último las acciones treparon 6% en pesos. Los bonos son otro escenario del festival. El riesgo país cedió la semana pasada 411 puntos, casi 40%. El interrogante pasa ahora en las mesas de dinero por el margen de ganancias que tiene por delante los activos argentinos. Obviamente semejantes ganancias son imposibles de repetir pero el margen alcista está dado en el caso de los bonos por los rendimientos. Hoy ya oscilan en torno al 10% anual y cómodamente podrían ir a niveles del 8% antes de fin de año. El pago de los servicios de renta y amortización de enero por u$s 4.500 millones y los siguientes ya está asegurado de la mano de la asistencia del Tesoro de EE.UU. Pero es probable que la Argentina retorne a los mercados internacionales de crédito en el primer trimestre del 2026 de la mano de la compresión de rendimientos. Para ello resulta clave la aprobación del Presupuesto 2026 que autoriza la emisión de deuda al Ejecutivo. Por más que pueda hacerse por DNU, los inversores exigen que la deuda que vayan a comprar haya sido emitida con autorización del Poder Legislativo. En el caso de las acciones, los papeles argentinos aún están lejos de los máximos alcanzados en 2025, ante del desplome por la virulencia de la previa electoral. Depende de cada acción pero pueden estar 20% debajo de esos niveles. El cumplimiento de estos precios objetivos depende de que se avance en la concreción en Diputados y Senadores de la reforma impositiva en primer lugar y luego la laboral. La impositiva figura como meta acordada con el FMI para su presentación antes de fin de año. Ambas se debatirán en sesiones extraordinarias. Las perspectivas financieras fueron explicitadas este fin de semana por Felipe Núñez, asesor de Luis Caputo, a través de un posteo en X. "Es de esperar que la curva de tasa fija en pesos primero profundice su inversión, ya que con la baja del riesgo país y el inminente exterminio de la inflación, los agentes van a buscar asegurarse estos niveles de tasas por un periodo de tiempo lo más extenso posible (viene la época del devengamiento de tasas y no tanto de la apreciación de capital)". El funcionario agregó que "no va a existir más oferta de estos títulos, debido a que hay superávit fiscal y a que la demanda local se le van a sumar inversores extranjeros para usufructar estos niveles de tasas que no existen en otros países". Todo indica que la fiesta puede continuar.