Aunque el pico de Ómicron parece haber pasado, la variante identificada en Sudáfrica acumuló casi 14,2 millones de casos en los últimos siete días y casi 70 mil muertes a nivel global, según Worldometers, el sitio de estadísticas sobre el coronavirus. Entre los infectados, la anosmia o pérdida de olfato se posicionó como uno de los síntomas más frecuentes desde el inicio de la pandemia, sin embargo el impacto actual que tiene en los contagios fue retrocediendo con la aparición de la nueva cepa.
A más de tres meses desde su detección en Sudáfrica, la cepa mutante que ya se volvió predominante en todo el mundo, ahora muestra el cuadro como una patología secundaria, aunque con la posibilidad de permanecer hasta seis meses después del positivo en las células de la nariz, según reveló el último informe elaborado por el Instituto Pasteur de París.
Tanto la disfunción olfativa como la gustativa se reportaron como sintomatologías muy comunes en casos leves de infectados, escenario que varió.

"Mientras que investigaciones recientes han revelado factores virales, inflamatorios y vasculares involucrados en la patogénesis pulmonar del SARS-CoV-2, la fisiopatología de los trastornos neurológicos en Covid-19 sigue siendo poco conocida", apuntó el análisis publicado en la revista Science Translational Medicine.
Los investigadores llevaron a cabo un estudio virológico, molecular y celular del neuroepitelio olfatorio de siete pacientes con COVID contagiados por la variante Ómicron, que presentaban pérdida aguda del olfato con posterioridad a dar positivo. "Esta zona supone el 1,25 por ciento de la mucosa nasal y abarca un área de 8-10 cm2, en concreto por debajo de la lámina cribosa, en la parte superior del tabique nasal y los cornetes superiores", detalla el texto científico.
Así se presentó evidencias de que el neuroepitelio olfatorio puede ser un sitio importante de infección por SARS-CoV2 con múltiples tipos de células, incluidas las neuronas sensoriales olfativas, las células de soporte y las células inmunes, que se infectan. "La replicación del SARS-CoV-2 en el neuroepitelio olfatorio se asoció con inflamación local", agregaron.
Anosmia o Rinosinusitis prolongada: el síntoma permanente de la variante Ómicron
En el análisis también halló como hamsters sirios dorados, demostraron que el SARS-CoV-2 en su cepa Ómicron indujeron anosmia aguda y ageusia, cuadros que persistieron hasta que el virus desapareció de manera completa del epitelio olfatorio y del bulbo olfatorio.
"La persistencia del SARS-CoV-2 y la inflamación asociada en el neuroepitelio olfatorio pueden explicar los síntomas prolongados o recurrentes del Covid-19, como la pérdida del olfato, que deben considerarse para el tratamiento médico óptimo de esta enfermedad", argumentan los investigadores.

"Gracias al muestreo de mucosa olfativa de los pacientes con Covid persistente relacionado con anosmia, este análisis demostró entonces la "presencia de transcripciones de virus y de células infectadas con SARS-CoV-2, junto con inflamación prolongada".
MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA VARIANTE ÓMICRON
- COVID: qué es la rinosinusitis, el síntoma alérgico que ataca a los infectados por Ómicron
- COVID: ¿cuánto tiempo dura la protección de la tercera dosis de la vacuna?
- COVID y tercera dosis: cuánto hay que esperar para darse la vacuna después del contagio
- COVID: todos los efectos adversos de la vacuna Sputnik, AstraZeneca, Pfizer y Sinopharm que se dan en Argentina
- Vacuna Pfizer COVID: así son los efectos secundarios distintos en hombre y mujeres
- COVID: tinnitus, cómo es el efecto secundario que aparece después de tomar ibuprofeno y de qué manera se puede evitar
- Ómicron y reinfecciones: la variante aumenta las chances de volver a contagiarse Covid-19, ¿por qué?
- COVID: qué es el síndrome del "corazón roto" y por qué el coronavirus puede provocarlo
- Ómicron: así es el nuevo síntoma que afecta a las madres contagiadas de COVID
- Ómicron: estos son los 8 síntomas de contagio en las personas vacunadas













