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Un grupo de investigadores en Canadá presentó una herramienta que puede cambiar eldiagnóstico del Alzheimer. Se trata de un chip portátil que permite observar cómo progresa la enfermedad sin usar marcadores ni técnicas invasivas.
El desarrollo fue publicado en la revista Microsystems & Nanoengineering y lo lideraron científicos de la Universidad Concordia y la Universidad McGill.
El chip funciona como un laboratorio en miniatura. Reproduce canales por donde circulan fluidos y permite colocar células inmunitarias del cerebro, llamadas microglías.
Estas células cumplen una función clave: eliminan sustancias tóxicas como los oligómeros de beta amiloide (AO), que se asocian al Alzheimer.
¿Qué hace diferente a este chip?
El dispositivo no necesita colorantes ni anticuerpos para mostrar los cambios celulares. Esto reduce los costos y permite ver en tiempo real cómo reaccionan las microglías frente a la enfermedad.
Según los investigadores, el chip detecta cuándo estas células pierden su capacidad de adhesión, lo que indica que ya no son viables.
El sistema también permite exponer las microglías a distintas concentraciones de AO. En pruebas realizadas, los científicos observaron que, tras 24 horas de exposición a niveles altos, las células perdían su capacidad de fijarse al canal.

Este comportamiento refleja cómo se altera la respuesta inmunológica en pacientes con Alzheimer.
¿Por qué importa estudiar las microglías?
Las microglías patrullan el cerebro y eliminan desechos. En personas sanas, logran controlar los AO. Pero en pacientes con Alzheimer, su actividad se desregula. Liberan moléculas que inflaman y dañan las neuronas. Esta reacción agrava la enfermedad y acelera su avance.
Estudios previos del NIH (Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.) ya habían señalado que la activación de microglías cerca de las placas amiloides es una característica clave del Alzheimer. El nuevo chip permite observar este proceso sin alterar las muestras.
¿Qué aplicaciones tiene el chip?
El dispositivo puede usarse en laboratorios para estudiar el Alzheimer sin necesidad de técnicas costosas.
También sirve para probar nuevos medicamentos y evaluar cómo responden las células a distintos tratamientos. El profesor Nahum Sonenberg, uno de los autores, explicó que el objetivo es ofrecer una herramienta accesible y útil para la investigación.
Aunque el chip aún está en fase experimental, sus creadores creen que puede aplicarse en pruebas clínicas. El ingeniero Muthukumaran Packirisamy, responsable del diseño microfluídico, destacó que el sistema capta cambios sutiles que otros métodos no detectan.













