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En un mundo marcado por la rápida evolución tecnológica y la creciente relevancia de los sistemas no tripulados en el ámbito militar, China avanza con firmeza en el desarrollo del Jiu Tian, un vehículo aéreo no tripulado (UAV) apodado la "diosa de la guerra" por su potencial para transformar el combate moderno.
Este portadrones aéreo representa un salto cualitativo en la guerra y plantea un desafío directo a las potencias rivales, que observan con inquietud su progreso y el posible impacto en futuros conflictos, incluyendo una eventual Tercera Guerra Mundial.
Descripción de Jiu Tian, la reciente diosa de la guerra
El Jiu Tian es un UAV de gran tamaño diseñado como una nave nodriza aérea capaz de transportar hasta seis toneladas de municiones y drones más pequeños. Su envergadura llega a 25 metros y su peso máximo al despegar es de 16 toneladas.
Con un motor a reacción sobre el fuselaje, puede operar a altitudes de hasta 15.000 metros y recorrer distancias superiores a 7.000 kilómetros, lo que le permite superar sistemas de defensa aérea de alcance medio y mantener una ventaja táctica notable.
El aspecto más innovador y temible del Jiu Tian es su capacidad para desplegar enjambres de hasta 100 drones simultáneamente desde compartimientos ventrales intercambiables.
Estos drones, coordinados y operando en conjunto, pueden saturar y abrumar los sistemas antiaéreos enemigos, dificultando su neutralización y aumentando la efectividad de ataques ofensivos o misiones de reconocimiento.
Esta capacidad de saturación aérea convierte al Jiu Tian en una plataforma de comando autónoma que puede cambiar la dinámica del campo de batalla moderno.
El vehículo, desarrollado por la Aviation Industry Corporation of China y construido por Xi'an Chida Aircraft Parts Manufacturing, fue presentado en 2024.
Aunque aún no ha comenzado su producción en serie, su avance refleja la apuesta estratégica de China por la guerra no tripulada y la inteligencia artificial aplicada a operaciones militares. Su diseño modular le permite asumir múltiples roles, desde transporte seguro y defensa de fronteras hasta operaciones de rescate o interferencia electrónica.
El impacto de los drones en los conflictos modernos y su transformación del campo de batalla
El papel esencial de los drones en los conflictos bélicos actuales se ha evidenciado en recientes enfrentamientos, como la guerra en Ucrania, donde ambos lados han utilizado drones para reconocimiento, ataques y apoyo a la artillería.
Los drones permiten identificar objetivos rápidamente, optimizar el uso de municiones y reducir costos operativos, transformando la logística y la táctica militar.
Ataques masivos con drones, como el realizado por Rusia con aproximadamente 270 unidades Shahed el 18 de mayo de 2025, han mostrado el impacto estratégico que estos sistemas pueden tener en escenarios de alta intensidad.
El surgimiento del Jiu Tian y su capacidad para lanzar grandes enjambres de drones representa un cambio en el equilibrio de poder global.

Hasta ahora, Estados Unidos e Israel dominaban la tecnología de drones de combate, pero China ha surgido como un competidor fuerte, impulsando una carrera tecnológica que obliga a las potencias rivales a ajustar sus estrategias de defensa y vigilancia.
La proliferación de drones redefine el concepto de campo de batalla, que se vuelve multidimensional y sin fronteras claras, aumentando la complejidad de los conflictos y la competencia geopolítica.
En resumen, la aeronave Jiu Tian, la "diosa de la guerra", simboliza la transformación irreversible de los conflictos armados hacia un modelo dominado por sistemas autónomos y coordinados.
Su capacidad para desplegar enjambres de drones desde gran altitud y a largas distancias lo convierte en un arma estratégica que puede alterar la supremacía aérea y la defensa convencional.
Mientras China avanza en su desarrollo y producción, las potencias globales se mantienen alertas, conscientes de que el futuro de la guerra ya no se librará solo con soldados y aviones tripulados, sino con temibles enjambres invisibles y coordinados que redefinirán el poder militar en el siglo XXI.













