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Es común la creencia de que cada prenda debe lavarse después de un solo uso. Sin embargo, esta práctica, aunque extendida, a menudo carece de justificación real y puede ser perjudicial para la longevidad de nuestras prendas.

El lavado frecuente somete los tejidos a una fricción constante, además de exponerlos a detergentes y temperaturas que, con el tiempo, debilitan y desgastan las fibras. El resultado es una pérdida prematura de la forma, el color y la resistencia de la ropa.

Entre las prendas que más sufren por este hábito se encuentran los jeans, un elemento básico en la mayoría de los armarios. A pesar de su percepción de robustez, estos no son inmunes al deterioro causado por lavados innecesarios, como señala el experto en limpieza Scott Schrader.

Cada cuánto hay que lavar los jeans, según los especialistas

Schrader destaca que los jeans son una de las prendas más lavadas, incluso después de un único uso, cuando a menudo bastaría con airearlos o limpiarlos superficialmente con un trapo húmedo.

"El tejido es muy resistente (...) Ni siquiera absorbe el sudor", afirma el experto, enfatizando que esta prenda está diseñado para soportar un uso prolongado sin necesidad de lavados constantes.

Históricamente, de hecho, los también denominados vaqueros fueron la vestimenta elegida para labores exigentes como la minería y el trabajo agrícola.

Considerando esto, el especialista en limpieza aconseja: "a menos que estén muy sucios, lávalos cada cuatro o seis usos. Lavarlos con menos frecuencia conserva el color del tejido y la durabilidad de la tela".

Esta recomendación no solo beneficia la vida útil de tus prendas, sino que también contribuye a la protección del medioambiente al reducir la cantidad de coladas.

Guía práctica para el cuidado de los jeans

Para prolongar la vida de tus jeans y mantener su aspecto original, es importante considerar estos consejos esenciales:

  • Minimiza los lavados: no es necesario lavar los jeans cada vez que los uses. Si no presentan manchas evidentes, airearlos o pasarles un paño húmedo suele ser suficiente. Cuanto menos los laves, mejor conservarán su color y forma.

  • Lava del revés: antes de introducirlos en la lavadora, dales la vuelta. Esto protege la superficie exterior del color y minimiza el desgaste en costuras y bolsillos.

  • Opta por agua fría y ciclo suave: lavá tus vaqueros con agua fría (no más de 30 °C) y selecciona un programa delicado. El calor es un factor de encogimiento y desgaste para el denim.

  • Elige detergentes suaves: utilizá una pequeña cantidad de jabón y selecciona uno suave o formulado para ropa oscura. Evita el uso de lavandina o suavizantes, ya que pueden alterar el color y la textura del tejido.