

La práctica de bañarse todos los días es una rutina común en muchas culturas, por ser fundamental para la higiene. Sin embargo, esto no podría ser tan beneficioso para la salud, e incluso tendría efectos negativos sobre la piel y el sistema inmunológico.
Por lo general, las personas se bañan regularmente para mantenerse limpios, eliminar el mal olor, y luego de realizar ejercicio físico. Sin embargo, es esencial conocer la frecuencia correcta de baño para así no dañar el organismo.
Una investigación de la Universidad de Harvard despejaron varias dudas sobre la ducha diaria, determinando que este tipo de práctica elimina los aceites naturales y las bacterias "buenas" que protegen la piel.
¿Con qué frecuencia hay que ducharse?
Expertos de Harvard indican que ducharse todos los días no solo no mejora la salud, sino que puede provocar problemas como sequedad, irritación, picazón e infecciones cutáneas.
El doctor Robert H. Shmerling, editor docente senior de Harvard Health Publishing, explicó que el uso frecuente de agua caliente y productos con perfumes o ingredientes agresivos pueden dañar la dermis y debilitar las defensas naturales del cuerpo.
Asimismo, advirtió sobre la presencia de químicos como cloro o metales pesados en el agua corriente, que también pueden ser perjudiciales para la salud dermatológica.

¿Cuántas veces a la semana es recomendable bañarse?
Según el artículo, la frecuencia ideal para la mayoría de las personas es de dos a tres veces por semana. Sin embargo, hay diversos factores que pueden variar esta tendencia:
Nivel de actividad física: quienes hacen ejercicio con regularidad o tienen trabajos físicos intensos pueden necesitar bañarse a diario para eliminar el sudor y prevenir infecciones cutáneas.
Clima: en regiones cálidas y húmedas, la ducha diaria puede ser necesaria. En climas fríos, se recomienda espaciar los baños a dos o tres veces por semana.
Tipo de piel: las personas con piel seca o afecciones dermatológicas deben reducir la frecuencia y usar productos suaves para evitar irritaciones.
Condición biológica: algunos individuos producen más grasa o sudor que otros, lo cual también influye en la necesidad de ducharse con mayor frecuencia.
Los expertos coinciden en que incluso si se reduce la frecuencia del baño completo, la higiene diaria de zonas clave como axilas, genitales, rostro y manos es fundamental.
Además, recomiendan duchas cortas de tres a cinco minutos con agua tibia y evitar jabones antibacterianos que pueden alterar el equilibrio natural de la piel.

Opiniones de otros especialistas
El médico colombiano Alberto Negrete señaló que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo ideal sería bañarse "cada tercer día", y advirtió sobre los riesgos de la exposición excesiva al agua caliente, que puede provocar irritaciones, enrojecimiento o grietas en la piel que favorecen infecciones.
Por su parte, la dermatóloga estadounidense Marisa Garshick resaltó que hay excepciones: personas con sudoración excesiva, piel grasa o caspa pueden requerir higiene diaria para evitar obstrucciones de poros o inflamación del cuero cabelludo.
La ducha diaria no es imprescindible
La ciencia sugiere repensar el hábito del baño diario. Aunque la higiene personal es fundamental, excederse con el aseo puede dañar la piel y desequilibrar su ecosistema natural.
La clave está en adaptar la frecuencia del baño a las necesidades individuales, cuidando la piel y el medio ambiente con prácticas más sostenibles.















