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El pollo es una carne que es muy recomendada al momento de hacer dietas por la cantidad de proteínas que tiene y la poca cantidad de grasa que tiene en algunas partes. En este aspecto, hay un corte que se destaca por ser totalmente magro y es poco conocido.

La pechuga es el corte por elección del pollo al momento de hacer una dieta o simplemente orientar las comidas hacia una alimentación más saludable. Sin embargo, hay un corte alternativo que es muy poco conocido y es mucho más magro que la pechuga.

El corte de pollo más saludable de todos que muy pocos conocen

El solomillo de pollo es una pieza baja en grasas y carbohidratos, que es muy rico en vitaminas del complejo B (especialmente B1, B6, y B12) y minerales esenciales como potasio, fósforo, zinc, y hierro, que lo convierten en un corte altamente nutritivo.

Además, este tipo de cortes es muy versátil y puede utilizarse en diferentes preparaciones, ya sea frías o calientes, combinado con ensaladas o salteados y con especias. Asimismo, y a diferencia de la pechuga que tiende a ser seca si no retira en su punto, el solomillo de pollo es mucho más jugoso.

De dónde se obtiene el solomillo de pollo

Para conocer más detalles sobre este maravilloso corte del pollo, es importante remarcar que es una pequeña pieza de carne muy tierna que se encuentra en la parte interna de la pechuga, justo debajo del filete principal.

Este tipo de piezas se caracteriza por ser alargado y delgado, de menor tamaño, que casi no interviene en el movimiento del ave, lo que le da su característica suavidad y jugosidad al momento de cocinarlo.

No obstante, es un corte que no siempre se vende por separado ya que cada pollo tiene dos solomillos, uno en cada pechuga, unidos por una pequeña membrana que los separa del resto de la carne. Por este motivo, es muy usual que ya venga incorporado a las pechugas.

Las mejores maneras de comer solomillo de pollo

Al momento de incorporar el solomillo de pollo a la dieta cotidiana, se puede optar por prepararlo en alguna de todas sus variantes:

  • Salteado de solomillo de pollo con verduras: solomillo de pollo, brócoli, zanahoria, morrón rojo, salsa de soja baja en sodio.
  • Ensalada tibia de pollo y quinoa: solomillo de pollo, quinoa cocida, espinaca fresca, tomate cherry, palta, limón.
  • Brochetas de pollo al horno: solomillo de pollo, cebolla morada, zucchini, pimiento, aceite de oliva, orégano.
  • Tacos saludables de pollo: solomillo de pollo, tortillas integrales, repollo rallado, yogur natural, jugo de lima.
  • Pollo con puré de batata y espárragos: solomillo de pollo, batatas, espárragos, aceite de oliva, pimienta negra.